EL CONOCIMIENTO Y LA LEY
por Tellis
S. Papastavro
Título original
del libro: “The Gnosis and the Law”
Cuando un hombre, urgido por su propio Ser Interior,
reconoce un Poder mayor que sí mismo y comienza a expresar gratitud a tal
Poder, la religión se vuelve una realidad fundamental en su ser. Sus vehículos
inferiores, particularmente el mental y el emocional, son curiosamente
afectados por la experiencia y cambia radicalmente la perspectiva entera de su
vida. La humanidad, siendo la suma total de todos los individuos, no puede ser
diferente a este respecto, y nunca ha existido época alguna en que los seres
humanos, a modo colectivo, habiendo sentido tal experiencia, no hayan
reconocido su dependencia en cuanto a dicho Poder Superior. Hasta las razas más
salvajes reconocen su dependencia, y de acuerdo a la Luz de sus consciencias,
intentan definir su relación con dicho Poder en términos de miedo, de
sacrificio o complacencia.
Es así que de la
oscuridad de los tiempos han emergido las grandes religiones del mundo, las
cuales, si bien diferentes en culto, ceremonial y métodos de aplicación de la
Verdad, no obstante están todas unidas en las partes vitales fundamentales: Que
la Vida y la existencia del hombre dependen de y tienen su fuente en ese Gran
Poder; que éste Poder lo creó todo, lo visible y lo invisible; y que como tal,
incumbe al hombre dirigir sus ojos hacia Él y –mediante la súplica, la oración
o el decreto- pedir por sus necesidades. Estos han sido los postulados básicos
de todas las grandes religiones del pasado, y la nueva religión –La Religión
del Culto Ceremonial y la Libertad- no difiere de las primeras.
Las grandes
religiones no emergen azarosamente, como tampoco surgen a instancias de los
deseos del hombre. Cada una de éstas viene cada 2.000 años, siguiendo la
secuencia ordenada puesta en marcha por la Ley Cósmica, que se mueve en Ciclos
Gigantescos para alcanzar la totalidad de 14.000 años. Éste es el tiempo
asignado para completar la Ronda de los Siete Rayos, cada Rayo comprendiendo
2.000 años, y cada uno –según Su influencia- afectando a la humanidad de forma
diferente, lo cual vemos ejemplificado en el Poderoso influjo ejercido por cada
una de las principales religiones.
Vemos así que con
el advenimiento de cada Rayo sobre la Tierra, aparece una nueva religión
predominante, evolucionada por las Inteligencias que representan a la Deidad
durante dicho período. Esta religión está basada en las tendencias naturales de
las Corrientes de Vida que habrán de ser el punto focal para el establecimiento
y mantenimiento de la cultura espiritual de dicha época. Igualmente, el culto
religioso está basado sobre la específica efusión beneficiosa que el Director o
Chohán del Rayo vigente considera que es mejor para asistir a las inteligencias
Evolucionantes de dicho período.
Remontándonos en
la historia a sólo 4.000 años, vemos al Judaísmo evolucionando dentro de la
influencia del 5° Rayo, mientras que su sucesor, el Cristianismo, al venir bajo
el 6° Rayo, retuvo algunas de las cualidades de su predecesor, aunque difería
en muchos otros aspectos. De igual forma, la Nueva Religión que está apenas
entrando en el 7° Rayo, el Rayo Ceremonial, al tiempo que retiene mucho de las Enseñanzas
de la Cristiandad, deferirá de ésta en muchos aspectos. Particularmente en el
tipo de culto religioso que se convertirá en la actividad predominante de las
masas en el futuro. Esta actividad, al tiempo que avanza con los años, y con la
llegada a la Tierra de la gente de la Séptima Raza Raíz –quienes son altamente
evolucionados- será bien revolucionaria en comparación con sus predecesoras.
Atestiguará a la confraternización de hombres, Ángeles y Elementales en una
cooperación consciente, que mano a mano caminarán juntos a lo largo del Sendero
de la Evolución donde Servirán Unidos, construirán en cooperación el Reino de los
Cielos en la Tierra, y adorarán juntos en Ceremoniales aún desconocidos en este
mundo tridimensional.
A los ojos del
hombre de hoy día, éste será un “mundo de sueños”, empero será un mundo bien
real, siendo descartadas la mayoría de las enseñanzas anteriores. El Libro del
Génesis, y todas las subsiguientes erudiciones Bíblicas ya están siendo
re-escritas; y ahora están siendo escritas no por seres no-ascendidos,
propensos a influenciar a otros en dirección a sus ideas preconcebidas, ¡sino
por Seres Libres en Dios! Es una Biblia compuesta por las Energías de
Arcángeles, los Seres Cósmicos y los Maestros Ascendidos, que prevalecerá para
el resto de la civilización que está siendo traída a este Planeta Tierra.
En sus comienzos,
siendo cada Nueva Gran Religión –por decirlo de alguna manera- progenie del
Rayo Cósmico bajo cuya influencia habrá de funcionar, comienza muy temprano a
verter sus cualidades sobre el mundo de los hombres. Esa influencia es
totalmente invisible pero, al igual que los rayos del sol primaveral, calienta
los corazones de los individuos y, en una forma bastante extraña, los encamina
hacia ciertas acciones y sentimientos que ellos no pueden explicar. Los
primeros Cristianos tuvieron una experiencia así, y la Nueva Religión del Séptimo Rayo no será diferente en ese sentido.
Por el contrario ya es evidente y, al ser la Libertad uno de sus Principios
fundamentales, no se requiere de mucho discernimiento para ver que, desde
su advenimiento, millones de personas que por siglos habían sido mantenidas
bajo una comparativa esclavitud han obtenido su independencia política; y que
países de los cuales se llegó a pensar que era imposible que se autogobernaran
y que se llamaran “naciones”, están ya en los mapas como pueblos libres o
independientes.
Por otra parte, la
rebeldía general que observamos en la juventud de hoy día, puede encontrar su
fuente y empuje interno en el estímulo del Séptimo Rayo. Desgraciadamente el
hombre, a través de su Libre Albedrío y tendencias malévolas generales, utiliza
mal la energía y crea desorden.
Saint Germain, al
dirigirse a los Estudiantes de El Puente
a la Libertad el 31 de Marzo de 1956, dijo lo siguiente:
“Ustedes están en un período de transición en este
momento,
transición en sus vidas personales, transición
mundial, y pronto, en unos pocos años, estarán también en un período de
transición Planetaria. Estos
períodos de “cambio mundial” siempre causan sentimientos de desasosiego en los
cuerpos emocional y mental de las masas de la gente, así como también un gran
sentido de temor en sus cuerpos físicos y en sus conciencia etéricas”.
Como ya se ha
dicho, la entrada de una Nueva Religión en la Tierra, de ninguna manera
interfiere activamente con las funciones de su predecesora, sino que esta
última, por Ley Cósmica, a medida que su Rayo particular se retira y palidece,
irá perdiendo eventualmente su asidero y efecto sobre la gente, y con el transcurrir
del tiempo irá decayendo y pasará a la historia. Esto, cabe aclarar, lleva
varios cientos de años hasta que se da el eclipse completo. En el caso del Cristianismo, por razón de una dispensación
especial –si es que la podemos llamar así- no será totalmente borrado, sino que
será fusionado con la Nueva Religión del Séptimo Rayo, ambos yendo hacia delante
de la mano, pero bajo la Dirección del Chohán del Séptimo Rayo, Saint Germain.
Entre las muchas
cosas que acontecieron durante la Reunión del Tribunal Kármico en el Royal
Tetón el 29 de Diciembre de 1963, estuvo
el reconocimiento oficial de que la Dispensación Cristiana, tal cual la presenta la Ortodoxia, había terminado oficialmente, y que su lugar fue
reemplazado por la “Nueva Religión del Séptimo Rayo”, la Era de la Libertad
Espiritual bajo la Guía de Saint Germain.
En lo presentado a continuación,
el Maestro El Morya, en un Discurso a los Estudiantes de El Puente a la Libertad el 1° de Enero de 1964, nos da un relato de
la Ceremonia que aconteció en el Royal Tetón en Presencia de la Jerarquía
Espiritual y los Seres Cósmicos de otros Sistemas de Mundos: “Con toda “Pompa y Circunstancia” de una procesión, el
Amado Jesús, vestido con una simple vestidura blanca con una banda de oro en
las mangas y la basta, se acercó al Altar acompañado por una Escolta Angélica.
Se quedaron de pie ante el Señor Gautama, el Amado Sanat Kumara y Lord Divino,
mientras aguardaban la llegada del Amado Saint Germain, vestido de blanco con
una capa o manto de color Violeta Real. Cuando Saint Germain y Su Escolta se pararon
al lado del Maestro Jesús, se dio lugar a una Ceremonia de Gran Dignidad y
Felicidad, el conocimiento de la cual es nuestra responsabilidad
–y de ustedes-
llevar a la conciencia de la gente de la Tierra. El Amado Jesús, en
genuflexión, colocó en las manos del Señor Gautama una Cruz de Oro Puro. El
Amado Gautama, a su vez, le dio la Cruz a Lord Divino para que la colocara en
el “Depósito Espiritual” junto con los Símbolos de los Rayos precedentes.
Gautama entonces colocó Su Mano derecha sobre la cabeza de Saint Germain y Su
Mano izquierda sobre la cabeza del Maestro Jesús, al tiempo que Jesús y Saint
Germain se tomaban de las manos. Lo significativo de esto yace en la fusión de la “Dispensación
Cristiana” dentro de la Era de la Libertad sin interrupción. Nuestro Amado
regente, Sanat Kumara, le obsequió a Saint Germain una Cruz de Malta de Fuego
Violeta la cual, por supuesto, es el Símbolo Talismánico de la “Era de la
Libertad”. Esta fue una ocasión de lo más auspiciosa y
memorable, ya que es imperativo, como el Amado Jesús les dijo, que dejen ir
toda la ortodoxia de la Dispensación Cristiana que ya terminó, y que sigan los
Preceptos del “Séptimo Cielo” bajo
la Dirección de Nuestro Rey, el Maestro Ascendido Saint Germain”.
Las palabras
exactas del Amado Jesús, tal como le fueron dadas a los Estudiantes que estaban
en el Royal Tetón el 29 de Diciembre de 1963, son las siguientes: “Tengo mucho que decirles, queridos amigos de Mi
Corazón, así que les pido su indulgencia para prestar oído por un rato más a lo que tengo que expresar. La Dispensación Cristiana ya terminó, tal como es
presentada por la Ortodoxia. Ahora estamos en la Era de la Libertad Espiritual,
bajo la Dirección de Nuestro Rey, el Maestro Ascendido Saint Germain. Por favor guarden esto en sus mentes y corazones. Si han de marchar bajo el Estandarte de
Nuestro Amado, es el deber de ustedes exteriorizar y llevar hacia aquellos
todavía dormidos el significado y el propósito del Séptimo Rayo”…
Mucho antes de que
la Nueva Religión haga Su aparición en el mundo material bajo un Rayo entrante,
tiene su comienzo en las Esferas Internas bajo la Dirección de Seres Cósmicos,
en particular el Instructor Cósmico y el Chohán o Director del Rayo particular
bajo el cual florecerá dicha Religión. Estos dos Seres Cósmicos, con Sus
Asistentes, después de tomar en consideración el Desarrollo Espiritual
existente de la humanidad y sus posibles potencialidades actuales, diseñan y
establecen un Plan para la Enseñanza necesaria, forma de Culto, etc.,
que mejor
habrá de servir al mundo por los próximos 2.000 años. No hace falta decir que
Ellos son muy circunspectos y científicos en esto, ya que de nada servirá si la
Enseñanza se eleva muy por encima de las capacidades y la evolución Espiritual
de aquellos a quienes se pretende beneficiar.
Lo primero que el
Instructor Cósmico examina es la Energía Primigenia y Radiación del Rayo
entrante tal cual como se hará sentir sobre la Tierra. Entonces, con la
cooperación del Chohán de dicho Rayo y Sus Asistentes, examinan el Desarrollo
Espiritual de las Almas que encarnarán durante la duración de dicho Rayo así como
su capacidad para absorber Sus Energías, de manera que estén en línea con el
Plan Divino Superior. Habiéndose logrado esto, Ellos Desarrollan entonces el
lado Ceremonial así como los detalles de Culto que habrán de reanimar la Luz
del Alma y que habrá de promover la Evolución Espiritual de los hombres durante
los siguientes 2.000 años.
Esta fue la manera en que se dio la Estructura
Básica del Cristianismo, bajo la Guía de Lord Maitreya –el Instructor Cósmico
de dicho período- mucho antes de que Jesús encarnara. Igualmente y de manera
similar se desarrollará y expandirá la Nueva Religión, esta vez bajo los
auspicios del Séptimo Rayo y la Dirección de Saint Germain.
Cuando en las Esferas
Superiores fue Perfeccionado el Plan de la Dispensación Cristiana, aconteció
allí un Cónclave Cósmico, y el esfuerzo Cristiano en su totalidad fue
Proyectado sobre una pantalla, mostrando su humilde inicio, su desarrollo y su
decadencia. Fue entonces que se solicitaron voluntarios para que vinieran y
ayudaran en el desarrollo de la Nueva Religión en el mundo de los hombres. Fue
entonces que Jesús, la Madre María, José y los Apóstoles y otros ofrecieron sus
servicios.
Cuando Lord Maitreya, el Instructor Cósmico,
junto con Saint Germain, dieron inicio al Plan para la Nueva Religión que
habría de seguir al Cristianismo, tuvieron que tomar en consideración que su
tarea era muy distinta a la de la Dispensación Cristiana, con problemas
totalmente diferentes. Uno de estos problemas, y sin duda el más serio de
todos, era el ultimátum dado por la Ley Cósmica a la Jerarquía Espiritual de la
Tierra de que a menos que la humanidad se levantara y asumiera sus
responsabilidades para con el Universo –como lo estaban haciendo otros
Planetas- sufriría inevitables consecuencias, la disolución de su Planeta.
En 1952 la Ley
Cósmica, a través del Maestro El Morya –en ese entonces Chohán del Primer Rayo-
informó a la Jerarquía Espiritual de nuestro Planeta Tierra que había llegado
el momento para que el Sistema Solar de nuestra Galaxia, Alfa y Omega, avanzara
a una Evolución Superior y que, de todos los Planetas involucrados, sólo la
Tierra se encontraba letárgica e incapaz de seguir.
En vista de que esto impedía el progreso de la
Galaxia entera, la cual ya no podía esperar más, se le otorgó una Dispensación
de 20 años a la Tierra para que mejorara. De fallar, Ella sería dejada atrás y
abandonada por Su Sistema Solar, creando una situación que llevaría
eventualmente a Su disolución. Esto hubiera dejado a la humanidad, tanto
encarnada como desencarnada, sin un hogar en el cual concluir su evolución.
Siendo tan seria la situación, la Jerarquía
Espiritual, conociendo la imposibilidad de lograr en 20 años lo que en millones
de años se había fracasado en conseguir, lanzaron un llamado por ayuda al
Cosmos. Seres Cósmicos de la Galaxia entera, en Amor Divino, respondieron y
ofrecieron Su Asistencia. Entonces, el Maestro El Morya apeló personalmente a
nuestro Logos Solar, Helios y Vesta, apelación mediante la cual se creó un nuevo Planeta, el planetoide
Hercóbulus, rebautizado Excelsior por el mismo El Morya. Allí, aquellos
miembros recalcitrantes de la raza humana –tanto encarnados como desencarnados-
que por miles de años había probado ser incapaces de mejorarse a sí mismos,
serían transferidos, para así permitir que los seres humanos más evolucionados,
junto con la Tierra, pudieran seguir su camino con el resto del Sistema. Detalles
de estas cosas serán dados a medida que procedamos en nuestro estudio.
El otro problema era que las almas humanas, en
su presente evolución, absorbieran las Enseñanzas Avanzadas del Séptimo Rayo.
En Su libro “El
Séptimo Rayo”, el Maestro Saint Germain nos dice: “La Actividad del Séptimo Rayo ha sido descrita como “Servicio Ordenado”.
Debe desarrollar la capacidad dentro de la Corriente de Vida de
conscientemente atraer, enfocar, moldear y Proyectar Energía, lo cual se
convierte en el Control Maestro de todas las circunstancias y formas. El
Desarrollo del Culto Ceremonial, mediante el cual los individuos pueden, tanto
colectiva como individualmente, ser educados en los métodos de invocar y
dirigir las Energías Espirituales, es una de las más bellas Actividades de este
Rayo. A través de tales Ceremonias y Rituales Evolucionados,
todas las Energías con las cuales los diversos Chohanes se ha esforzado en
enriquecer la conciencia y la experiencia de la humanidad, serán Transmutadas,
Sublimadas y Purificadas, de manera que los regalos más grandes de cada Rayo
puedan fluir a través de aquellos individuos que son las Puertas Abiertas
Naturales para Su Descarga. Así, estamos
–como quien dice- abriendo las puertas de la conciencia de la raza hacia la
Perfección de las Siete Esferas, en una de las cuales mora la Presencia de Dios
en cada hombre. Ya que las Huestes Angélica y Dévica y los Reinos
Elementales se ocupan de las Energías Primarias y se desentienden de la forma;
y dado que la humanidad se ocupa, primordialmente, de la forma y parece estar
aparentemente ajena al Poder contenido dentro de las Energías dirigidas; se
considera de carácter expedito que la Conciencia de los Ángeles, de los hombres
y de los Elementales sean conscientemente amalgamadas y mezcladas dentro de un
esfuerzo cooperativo para llevar a cabo la Perfecta Era de la Libertad. Ésta es
otra faceta del establecimiento del Ritual que conformará el Culto de las masas
del futuro”…
Las dificultades
presentadas en ambos problemas eran de dimensiones aparentemente insuperables,
pero fueron eventualmente resueltos a partir del momento en que aquellos, de la
humanidad actual –tanto encarnados como desencarnados- a quienes nos referimos
anteriormente, fueron transferidos al nuevo Planeta especialmente creado para
ellos, permitiendo así que encarnaran los miembros de la Séptima Raza, que son
altamente evolucionados.