sábado, 10 de enero de 2015

PISCIS-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey

Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.

CAPTURA DE LA MANADA ROJA DE GERIÓN
12° LABOR
Piscis (20 Febrero – 21 Marzo)

1. El Maestro, desde su lugar de paz, habló a Hércules:
– Estás ahora ante del último Portal. Queda un trabajo para que el círculo se complete y alcances la liberación. Ve a ese oscuro lugar llamado Eritia, donde la Gran Ilusión está entronizada: donde Gerión, el monstruo de tres cabezas, tres cuerpos y seis manos, es señor y rey y retiene ilegalmente una manada de bueyes rojizos. Debes conducir esa manada desde Eritia hasta nuestra Ciudad Sagrada. Cuidado con Euritión, el pastor, y con su perro de dos cabezas, Ortro.
 Hizo una pausa y agregó lentamente:
– Puedo hacerte una advertencia: Invoca la ayuda de Helios.
 2. El hijo del hombre, que era también hijo de Dios, partió a través del Duodécimo Portal. Iba en busca de Gerión.
Dentro de un templo, Hércules hizo ofrendas a Helios, el dios del fuego en el sol. Meditó durante siete días, y entonces le fue concedido un favor: Un cáliz de oro descendió desde lo alto hasta sus pies. Y él supo, en lo íntimo de sí mismo, que aquel brillante objeto le permitiría cruzar los mares para llegar a la región de Eritia.
Y así fue. Dentro de la segura protección del cáliz de oro, navegó a través de agitados mares hasta que llegó a Eritia y desembarcó en una playa de aquel lejano país. No mucho después, llegó a la pradera donde la rojiza manada pastaba. La cuidaban el pastor Euritión y Ortro, el perro de dos cabezas.
Cuando Hércules se aproximó, el perro se adelantó veloz como una flecha hacia el desconocido y se abalanzó, gruñendo, sobre él, dando feroces dentelladas con sus colmillos al descubierto. Pero Hércules con un golpe certero y decisivo de su garrote, lo derribó.
Entonces, Euritión, temeroso del bravo guerrero que tenía delante, le suplicó que le perdonara la vida. Y Hércules se lo concedió. Y, conduciendo a la manada rojiza delante de él, se dirigió hacia la Ciudad Santa.
No había ido muy lejos cuando percibió tras él una distante nube de polvo que rápidamente se agrandaba. Suponiendo que el monstruo Gerión venía en furiosa persecución, se volvió para enfrentarse al enemigo. Soplando fuego y llamas por  sus tres cabezas a la vez, el monstruo se encontró con él. Gerión y Hércules estaban frente a frente.
Gerión arrojó a Hércules una lanza muy bien dirigida pero, inclinándose ágilmente a un lado, Hércules esquivó el venablo mortal.
Luego, tenso su arco, disparó una flecha que parecía incendiar el aire cuando la soltó, y golpeó al monstruo de lleno en su costado. Con tan gran ímpetu la había disparado, que atravesó los tres cuerpos del feroz Gerión. Con un agudo y desesperante gemido, el monstruo se inclinó y después cayó, para no levantarse nunca más. Entonces, Hércules condujo el ganado colorado hacia la Ciudad Santa.
3. El viaje de regreso resultó mucho más accidentado que el de ida. Tuvo, primero, que matar tantos monstruos en Libia que, para conmemorarlo, se erigieron luego las Columnas de Hércules, que separan la Libia o África del Norte, de Europa y que no son otras que la roca de Gibraltar y la de Ceuta. Luego, tuvo que atravesar España, la Galia, Italia, Sicilia y Grecia. En Liguria fue atacado por los belicosos indígenas. Eran tantos que Hércules agotó sus flechas e incluso las piedras a su alcance, así que pidió auxilio a Zeus, su padre, y éste envió contra sus enemigos una lluvia de pedernales, que acabó con ellos. Luego, los ladrones Alebión y Derkinos, hijos de Poseidón, intentaron quitarle el rebaño. Hércules los mató. Al llegar a Calabria, uno de los toros se escapó y cruzó a nado el estrecho entre Italia y Sicilia. Hércules dejó el resto del rebaño al cuidado de Hefaistos y corrió tras el descarriado. Después de matar a Etix, rey de los elimes, que quiso quedarse con él, lo hizo regresar con los demás. Llegados a Grecia, fueron los toros atacados por un enjambre de tábanos, enviados, lógicamente, por Hera, que los enloqueció y dispersó. Hércules reunió a los que pudo y los otros se hicieron salvajes por las llanuras de Scitia. Y, por fin, entregó los toros a Euristeo, que los sacrificó a Hera.
Aunque fatigado por este exigente trabajo, Hércules finalmente regresó. El Maestro esperaba su llegada.
– Bienvenido, Hijo de Dios que es también hijo del hombre– saludó así al guerrero que regresaba. – La joya de la inmortalidad es tuya. Con estos doce trabajos has superado lo humano y ganado lo divino. Has llegado al hogar, para no dejarlo más. En el firmamento estrellado será inscrito tu nombre, un símbolo para los luchadores hijos de los hombres, de su destino inmortal. Terminados los trabajos humanos, tus tareas cósmicas empiezan.
4. Pensemos en Hércules como en un Salvador del Mundo. Ha tenido una visión de algo que ha de hacer. Ve a la humanidad poseída por un monstruo, un hombre de tres cuerpos, símbolo de un ser humano con sus tres vehículos, mental, emocional y físico unidos.
Ese monstruo humano de tres cabezas representa la fuerza egoísta concentrada por el hombre y que le ataca en todos los aspectos: moral, mental y físico. Las masas humanas están representadas por el rebaño rojo, dominado por ese monstruo de tres cabezas.
El pastor que cuida el rebaño, del que Hércules se compadeció y cuya vida perdonó, representa la mente. Por eso fue respetado, porque no se puede concebir ningún ser humano encarnado que no necesite usar la mente como intérprete de la energía espiritual.
El perro de dos cabezas es la Ley Convencional del Viejo Orden, guiada por el egoísmo, conocida como “ortodoxa”, y que ha de ser sustituida por la Nueva Ley, inspirada por el amor. Porque la Ley ortodoxa, como el perro, posee un doble aspecto: es, a la vez, buena y mala, pues nunca beneficia a todos, sino que contenta a unos y daña a otros. El trabajo del Nuevo Día consiste en separar ambos aspectos.
Por una parte, hay que eliminar lo que no es ya útil y entorpece y, por otra, hay que conservar lo que hay de aprovechable.
Hércules, el dios Sol, representa la ley cósmica que finalmente extrae el bien del mal y el orden del caos.
El destino de la humanidad como conjunto está representado por el hecho de que, al regresar a casa, Hércules coloca el rebaño en un recipiente de oro, que le ha dado el dios del Sol, Helios.
Fijémonos en que al guardián del ganado, Ortro (el aspecto forma), se le dio muerte, pero el pastor y el ganado fueron introducidos en la copa de oro y elevados hasta el cielo. Aquí tenemos representado el Santo Grial; y así se realizó el trabajo. El Salvador del Mundo había cumplido su función; había elevado a la humanidad. Y eso es, precisamente, lo que hizo Cristo.
Se habla, a veces, del fracaso del Cristianismo. Pero no hay fracaso por parte del Gran Plan. Tal vez lentitud, pero, ¿sabemos cuán desastroso sería si la evolución fuera demasiado rápida, cuán peligroso si la gente fuera sobreestimulada antes de estar preparada para ello? Todos los Maestros conocen los peligros de la sobreestimulación, los desastres que ocurren cuando una persona hace ciertos contactos antes de que su mecanismo esté suficientemente puesto a punto. Los Salvadores del Mundo tienen que trabajar lentamente, pues El tiempo no significa nada para ellos.
5. El signo de Piscis gobierna los pies y de ahí la idea de hollar o pisar el Sendero y alcanzar la meta que ha sido la fundamental revelación espiritual de la era de Piscis. Piscis es también el signo de la muerte, en varios aspectos. A veces será la muerte del cuerpo, o puede ser que una vieja teoria llegará a su fin; que una amistad indeseable cesará; que la devoción a alguna forma religiosa del pensamiento que se ha sostenido, terminará y surgirá una nueva y colocará sus pies sobre un nuevo sendero. Piscis es el signo de la muerte para La personalidad. Recordemos aquella exclamación, tan mal traducida y peor interpretada, de la Crucifixión . Padre, ¿por qué me has abandonado?, que no es sino la reclamación de la personalidad al espíritu, que la está abandonando para siempre, tras milenios de convivencia. Si nosotros pudiéramos abandonar la idea de los velos de la personalidad, estaríamos dispuestos a abandonar La personalidad.
También significa la muerte de un Salvador del Mundo, pues es el signo de la crucifixión y marca el fin de un ciclo zodiacal.
 7. Existe en la naturaleza el reino humano y, por encima de él, hay otros reinos: el espiritual y el cósmico; y, por debajo de él, los reinos animal, vegetal y mineral.
El trabajo de los inteligentes hijos de Dios es actuar como transmisores, a través de la mente, de la energía espiritual, que salvará y vitalizará a todos los reinos inferiores de la naturaleza.
En cada país se puede encontrar a los que saben (no a los que dicen que saben). Pero hay un grupo de seres humanos, integrados ahora, sobre quienes está colocada la carga de guiar a la humanidad.
Están iniciando y diseminando movimientos que tienen en sí la nueva vibración; están diciendo cosas que son universales en su carácter; están enunciando principios que son cósmicos; son inclusivos, no exclusivos; no les importa qué terminología use un hombre; insisten en que el hombre debe guardar su propia concepción de la verdad para sí mismo, y no la debe imponer a nadie más; se reconocen mutuamente y, dondequiera que se encuentren, hablan un idioma universal, demuestran la luz universal, son servidores y no tienen interés en ellos mismos.
El mensaje que les llega desde lo interno está expresado en las palabras simbólicas, Lo que yo te digo en la oscuridad, háblalo tú en la luz”. A cada uno se le dirá una cosa diferente según la necesidad de la gente que lo rodea, para entregar un mensaje de luz. Por lo tanto, ellos no están atados por dogmas o doctrinas, porque tienen la palabra que les ha llegado en la oscuridad, la que han labrado para sí en la lucha y el esfuerzo de sus propios espíritus. Encuentran la necesidad de su prójimo, y de ellos es el mensaje de CristoUn nuevo mandamiento os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado”Pero ese amor de Cristo no es un sentimiento. El amor que Cristo proclamó es una comprensión inteligente y una apreciación de la necesidad del individuo.
 Un nuevo mandamiento os doy puede ser resumido como “inclusividad”, el signo característico de la Nueva Era, el espíritu universal, la identificación, la unidad con todos nuestros semejantes. Eso es amor y él nos mantendrá ocupados; no tendremos tiempo para hablar del amor, estaremos ocupados haciendo cosas, grandes cosas y pequeñas cosas, cosas sin importancia y cosas importantes.
¿Cómo nos prepararemos para llenar ese requerimiento, para poseer esas características que automáticamente nos colocan dentro del grupo de servidores del mundo?
a) Sea cual fuere nuestro deber, hagámoslo.
b) Cultivemos la recta actitud interior y estemos abiertos de par en par a todos nuestros semejantes.
c) Aprendamos a meditar, y aprendamos verdaderamente a meditar.
La meditación, cuando es correctamente llevada a cabo, es un arduo trabajo mental, pues significa orientar la mente en dirección al espíritu, y nosotros aún no podemos hacerlo. Significa que, cuando hayamos aprendido a enfocar la mente en el espíritu, debemos sostenerla firmemente allí y, cuando hayamos aprendido a hacer eso, debemos aprender a escuchar en la mente lo que el espíritu nos está diciendo, y eso aún no podemos hacerlo.
d) Luego, debemos aprender a recibir lo que el espíritu nos ha dicho, y formar con ello palabras y frases y volcarlo al cerebro que está esperando. Eso es la meditación, y es siguiendo ese proceso como llegaremos a ser Servidores del Mundo, pues entonces seremos la fuerza de lo que hayamos llevado a cabo. Automáticamente, nos encontraremos protegidos por ese Gran Uno cuya misión es levantar a la humanidad de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Piscis



Los Doce Trabajos de Hércules


jueves, 8 de enero de 2015

SAGITARIO-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey


Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.

AHUYENTAR LAS AVES DE ESTINFALE
9° LABOR
Sagitario (23 Noviembre 22 Diciembre)


1. El Maestro, desde un lugar de paz, habló así a Hércules:
 – Hijo mío, estás ante el noveno Portal. Pasa y encuentra el pantano de Estinfalos, donde moran los pájaros que devastan la zona. Y da con el sistema para hacerlos huir de allí.
 Y, tras un momento de silencio, continuó:
 – Recuerda que la llama que brilla más allá de la mente te revelará la dirección a seguir. Adelante.
 2. Hércules, pues, partió a realizar su noveno trabajo. Durante largo tiempo buscó y buscó, hasta que localizó el pantano. A medida que se aproximaba, un coro de infinidad de pájaros elevaban el tono de sus graznidos amenazadores. Eran pájaros muy grandes, feos y feroces. Su pico era de hierro y afilado como un puñal y sus plumas eran de acero y herían de muerte a quien alcanzaban. Y sus garras no iban a la zaga. Pero había tres que sobresalían. Eran enormes y, apenas percibieron a Hércules se precipitaron sobre él. Él se mantuvo en su lugar y, con su garrote, fue rechazando sus ataques. Logro golpear a uno en el dorso y las plumas que desprendió se clavaron en la tierra alrededor de Hércules. Luego, se alejaron.
 Hércules vio lo difícil de la situación y se preguntó cómo alejarlos de la región. Intentó matarlos con sus flechas, pero eran tantos que cubrían el sol y resultaba imposible acabar con ellos por ese medio. Se le ocurrió ponerles trampas, pero ni las barcas ni los pies podían atravesar el pantano y, además, tampoco hubiera sido solución por su gran número.
 Entonces, le vinieron a la memoria las palabras del Maestro: la llama que brilla por más allá de la mente te revelará la dirección a seguir y, reflexionando largo rato, dio con una solución. Recordó que tenía un regalo de Atenea consistente en dos címbalos de bronce que, al hacerlos sonar, emitían un sonido sobrenatural, tan penetrante y aterrador que se decía que podía despertar a los muertos. Así que, al ponerse el sol, cuando todos los pájaros estaban de regreso a su morada, tapándose los oídos para no ser víctima de aquel sonido, hizo sonar sus dos címbalos. Inmediatamente, horrorizados y aturdidas por el estruendo, los pájaros huyeron formando una bandada de dimensiones nunca vistas y, graznando, se alejaron del lugar para siempre. La región había sido liberada y disfrutaba de un silencio ya olvidado. Y el sol poniente emitió su último rayo del día.
Al regresar junto al Maestro, éste le dijo:
 – Las aves han sido ahuyentadas. El trabajo está cumplido. Descansa ahora, hijo mío.
4. Repasemos la historia de Hércules, el aspirante, y lo que ha hecho en cada signo hasta llegar a Sagitario:
a) En Aries, comenzó en el plano de la mente, en su esfuerzo por capturar las yeguas devoradoras de hombres, y fracasó, porque trabajó desde el punto de vista de la personalidad y no desde el punto de vista del espíritu.
Ahora, en Sagitario, se volvió a enfrentar al mismo problema en el plano de la mente. Y, ahuyentando las malignas aves, demostró su dominio del arma que todo aspirante ha de saber usar: el control de la mente. Porque, si sabemos controlar nuestros pensamientos, controlaremos nuestras palabras y nuestros actos. Y es imposible la Iniciación si no lo logramos antes. En Aries, pues, empezó Hércules a aprender a controlar el pensamiento.
b) En Tauro, hubo de descender un plano y, en el del deseo, se enfrentó al problema del sexo mal entendido, que es la más baja manifestación de la universal Ley de Atracción. En aquel trabajo triunfó y dominó al toro, llevándolo dominado a la tierra de los cíclopes.
c) En Géminis, empezó a darse cuenta de que él era un ser dual y de que le preocupaban dos temas, el del cuerpo y el del espíritu. Y, sobre todo, cómo armonizarlos y coordinar su acción. Ésa es la razón por la cual Géminis fluctúa en las primeras etapas.
d) En Cáncer, tomó forma en su conciencia el hecho de que estaba integrado en la masa humana. Para muchos, el hecho de ser seres humanos relacionados con otros seres humanos, no entra en absoluto en su conciencia. En Cáncer, Hércules empezó a lograr ese punto de vista. En el momento en que uno logra eso, captura un tenue chispazo de la intuición, y empieza a ser intuitivo y ya no psíquico.
 e) En Leo, donde tantos humanos estamos ahora trabajando, Hércules se convirtió en un individuo potente, seguro de que podía hacerlo todo incluso estando solo. El hombre cree, en esta etapa de poder, que puede gobernar a los hombres. Pero se equivoca. Porque se cree más importante de lo que es en realidad. Y el aspirante ha de librarse del sentimiento del “yo soy”. Debe identificarse con la entidad espiritual que hay detrás de todas las formas y no ocuparse por la suya propia ni por sus reacciones mentales o emocionales ni por su propia utilidad.
f) En Virgo, Hércules se concienció, no del espíritu y el cuerpo yuxtapuestos uno a otro, sino de que, dentro de sí mismo late el Cristo, de que la personalidad, el aspecto forma, está nutriendo un hermoso Niño. Y sus ojos se abrieron.
g) En Libra, tuvo que lograr el equilibrio, porque no somos un espíritu ni somos un cuerpo, sino que somos las dos cosas y las hemos de equilibrar y Libra es el equilibrio en el plano físico, de los pares de opuestos. Y Hércules los equilibró tanto que no se dio cuenta de que se estaba aproximando a la meta.
h) En Escorpio, en el plano astral, se dedica uno de nuevo al trabajo empezado en Tauro, lo completa y quita los estorbos del gran lodazal, la gran ilusión, y permanece libre con la meta clara a la vista.
i) En Sagitario, es el arquero sobre el caballo blanco (mitad humano y mitad divino), representado también como el centauro (mitad humano y mitad animal) con el arco y las flechas. Es un signo doble y siempre que hay un signo doble existe algún problema.
 Géminis es lo opuesto de Sagitario; Géminis es la dualidad, y Sagitario es la unidad, la personalidad unificada y consciente del espíritu, decidida a entrar en el signo de Capricornio, donde se hace la gran transición del cuarto al quinto reino o reino espiritual.
A Sagitario se le denomina “el efecto de Escorpio” porque, en cuanto nos liberamos de la ilusión y nos concienciamos de que somos un espíritu, entramos en Sagitario y vislumbramos la meta que, hasta entonces, la nube de formas de pensamiento que se interponía entre ella y nosotros nos impedía ver.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Sagitario



Los Doce Trabajos de Hércules-Sagitario


lunes, 5 de enero de 2015

ESCORPIO-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey

Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.

MATAR A LA HIDRA DE LERNA
8° LABOR
Escorpio (23 Octubre – 22 Noviembre)


1. Y el Maestro dijo:
 – “Junto al Río Amimona, en el antiguo Argos, está el infecto pantano de Lerna. Dentro de la fétida ciénaga vive la monstruosa Hidra, una desgracia para la región. Tiene nueve cabezas, y una de ellas es inmortal. Prepárate a combatir con ella. Y sabe que no te servirán las armas corrientes porque, si le destruyes una cabeza, le crecen dos.
 Hércules escuchaba ensimismado. El Maestro continuó:
– Sólo te daré un consejo: Ascendemos si nos arrodillamos; vencemos si cedemos; ganamos si renunciamos. Ve, pues, hijo del hombre e hijo de Dios, y vence. La luz brilla ahora en el octavo Portal.
 Entonces, Hércules pasó a través del Portal.
 2. El hedor de la ciénaga de Lerna contaminaba toda la comarca. Cuando Hércules se aproximó, tuvo que detenerse de lo insoportable que resultaba. Además, sus orillas estaban formadas por arenas movedizas. Tras muchos tanteos, de día y de noche, encontró Hércules la guarida de la bestia. Estaba oculta siempre. Hércules esperaba que asomase, pero no lo hacía. Intentó usar barcas para llegar allí, pero la ciénaga impedía la navegación. Tampoco se podía llegar andando debido a las arenas movedizas. Ni servían de nada las trampas. Así que se le ocurrió untar sus flechas con brea y las lanzó dentro de la tenebrosa cueva. De repente, todo se conmovió y la Hidra salió, con sus nueve cabezas erguidas y lanzando llamas. Medía más de cinco metros de altura y su cola sacudía la tierra con violencia. Súbitamente, se abalanzó hacia Hércules para inmovilizarlo enroscándose alrededor de su cuerpo, pero Hércules la evitó de un salto y le golpeó una de sus cabezas con el garrote, destrozándola. Pero, en el acto, de esa cabeza destrozada, apenas tocó la tierra, surgieron dos tan agresivas como ella. Una y otra vez se repitió el suceso, hasta que Hércules recordó la recomendación del Maestro: Arrodillándonos nos elevamos: Así que, arrojó su garrote, se arrodilló en el lodo que le llegaba casi a la cintura y, con sus manos desnudas, la asió y la elevó en el aire. Entonces, la Hidra perdió fuerza. Dándose cuenta de ello, Hércules, se quedó de rodillas en el lodo, sosteniéndola en lo alto. Y el monstruo, tan fuerte en la oscuridad y en medio del lodo, perdió todo su poder cuando entró en contacto con la luz del sol y la caricia del viento.
 Hércules, pues, la mantuvo en el aire. Ella convulsionó terriblemente, los cuellos de las nueve cabezas se doblaron como marchitos y sus ojos se tornaron vidriosos y sin vida. Menos los de una cabeza, la inmortal. Hércules, entonces, la cortó y la enterró bajo una gran roca. Empapó sus flechas en la sangre del monstruo, que era venenosa, y se encaminó de regreso hacia el Maestro.
 3. Está magníficamente descrita aquí la vida del discípulo, que ha de sumergirse hasta las rodillas en la humanidad y ha de levantar hacia la luz y el aire del espíritu al monstruo de los males acumulados, como errores y fracasos durante su largo pasado. Las flechas luminosas que lanzó Hércules a la cueva de la Hidra para llamar su atención significan la aspiración espiritual, que despierta al monstruo dormido y hace que, todo buscador, apenas inicia el Sendero, sea víctima de tentaciones desconocidas y de problemas y desgracias inesperados.
4. Porque, en este signo hay que compensar todos los pares de opuestos, ya que puede ser un signo avanzado del discípulo integrado y consciente, o signo retrasado del hombre no evolucionado, como se supone casi siempre. Todo dependerá de en qué sentido esté el hombre transitando por el zodíaco.
 La Hidra de cada uno de nosotros vive en las cavernas de la mente. Crece en el fango y la oscuridad de los rincones mentales sin luz. Simboliza la fuerza serpentina, que actúa en el cuerpo del hombre, bajo el dominio de Escorpio y que, si se la controla, lo conduce hasta la Iniciación, pero si no, lo lleva a los grados más ínfimos de la animalidad. Por eso este signo tiene dos notas clave: La regeneración y la degeneración.
 5. Esta Hidra terrible, alojada en los repliegues del subconsciente, suele dormitar allí por largo tiempo pero, de repente, puede explotar en un furor terrible, inesperado y desconocido. Nadie imagina que está alimentando en su subconsciente un monstruo tal, pero allí está. Y surge, una vez u otra, trastocándolo todo y produciendo mucho daño.
 Por eso es conveniente lanzarle, como Hércules, esas flechas de luz, para poder descubrirla y, una vez conocida su existencia, combatirla frente a frente a la luz del espíritu.
 Combatir algo así que está en nuestro interior es muy difícil incluso para un hijo de Dios. Porque, eliminada una cabeza, le crecen dos tan malignas o más. Y, eliminado un pensamiento o un deseo negativos, siempre nacen otros que los reemplazan.
 10. Se dice de Escorpio que es el signo de la magia. Existe una magia blanca, que es la expresión del espíritu por medio de la forma, y una magia negra, que es el uso de la forma para ganar lo que queremos para la forma. La magia blanca es el uso del espíritu con propósitos de elevación humana, utilizando la personalidad. La magia negra es puro egoísmo.
 ¿Y por qué es Escorpio el signo de la magia? Porque en Virgo descubrimos, dentro de nosotros mismos a un Cristo que hemos ido nutriendo a lo largo de los tiempos; en Libra, oscilamos entre los pares de opuestos, la forma y el espíritu de Cristo, hasta que logramos el equilibrio; y en Escorpio se nos prueba para ver cuál de los dos triunfará, la forma o Cristo, el Yo Superior o el yo inferior, lo real o lo irreal, lo verdadero o la ilusión. Ésta es la historia real de la prueba de la Hidra en Escorpio.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Escorpio



Los Doce Trabajos de Hércules-Escorpio




domingo, 4 de enero de 2015

LIBRA-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey

Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.

LA CAPTURA DEL JABALÍ DE ERIMANTO
7° LABOR
Libra (22 Septiembre – 21 Octubre)


1. Había llegado el momento de iniciar otro trabajo. Pero, a medida que se avanza en la rueda, la prueba es mayor y hacen falta más equilibrio y juicio más sano y seguro. La voz del Maestro dijo:
Ve, hijo mío, y captura el jabalí, liberando a la región, pero tómate tu tiempo para alimentarte.
Y Hércules, que es un hijo de hombre pero también es hijo de Dios, pasó, decidido, por el séptimo Portal, sin saber que se iba a enfrentar a una doble prueba, la de la amistad y la del valor inteligente.
2. De modo que, armado sólo con su familiar garrote, trepó, montaña arriba al encuentro del terrible jabalí. Le asaltaron visiones y tuvo atisbos de pánico, pero siguió adelante, subiendo decidido.
Inesperadamente y en plena ascensión, se encontró con su amigo Folos, miembro de un grupo de centauros, y se detuvo a hablar con él, olvidando el objeto de su trabajo. Folos le invitó a abrir un tonel de vino y a beber de él. Pero ese tonel era propiedad de todo el grupo de centauros y, según los dioses habían establecido al regalárselo, que nadie podía abrirlo sin estar todos presentes y de acuerdo.
Folos y Hércules, sin embargo, lo abrieron y bebieron hasta emborracharse. Y llamaron a Quirón, otro amigo centauro, para que participara de la juerga. Y tal escándalo organizaron que los demás centauros lo oyeron y acudieron indignados. Se entabló una batalla y Hércules, a pesar de sus experiencias anteriores y sus sabias resoluciones, mató, entre otros, a sus dos amigos Folos y Quirón.
Y, una vez más, Hércules, que era hijo de los hombres pero que era también hijo de Dios, se convirtió en mensajero de la muerte.
Compungido por lo que había hecho, continuó su búsqueda hasta que localizó al jabalí y lo capturó con una trampa.
Entonces, lo agarró por las patas traseras y, desde la nevada cumbre, condujo al jabalí caminando sobre sus patas delanteras y produciendo el jolgorio de todos los pueblos por donde pasaba.
Así regresó Hércules al maestro, que le dijo:
– Has pasado el séptimo Portal. Medita las lecciones del pasado y reflexiona sobre las pruebas, hijo mío. Dos veces has matado lo que debías amar. Aprende el por qué.
3. El signo de Libra ofrece muchas paradojas y extremos acusados que dependerán de si uno está recorriendo el zodíaco como el hombre ordinario, en sentido contrario al de las agujas del reloj, o lo transita como aspirante, en el sentido de éstas.
Es éste uno de los signos más difíciles de comprender e interpretar. Es el primero que no tiene ni símbolo humano ni animal, si se hace caso omiso de la mujer que sostiene la balanza, la Justicia, a la que se representa con los ojos vendados, significando que la visión externa no es nada comparada con la intuición o visión interna, que es la que nos conduce al equilibrio y a la Justicia y, consecuentemente, a la Verdad.
Libra es como un compás de espera, un período de silencio. Y, mientras el hombre ordinario entra en este signo a través de Escorpio, con lo que la balanza oscila salvajemente arriba y abajo, el hombre más avanzado, que ya tiene la conciencia crística agitándose en su corazón, entra en este sigo proviniendo de Virgo, y tiene mucho más fácil lograr el equilibrio entre materia y espíritu y entre todos los pares de opuestos.
4. Por eso, en este signo, aparecen como principales los problemas del sexo y el dinero. Los dos pueden conducirnos por el buen camino o por el malo, según el uso que de ellos hagamos. Por eso, el sexo puede ser un sacramento, una compensación, una recuperación del equilibrio cósmico perdido en el momento de la separación de los sexos para la producción de cuerpos y para llevar adelante la evolución humana, o puede ser un medio de degradarse hasta la animalidad inferior.
Y al dinero le ocurre lo mismo: que puede, bien usado, ser una fuente de bendiciones para los demás y para uno mismo pero, mal empleado egoístamente, puede llevarnos a la ambición, la injusticia y la crueldad más abyecta.
Así que la balanza de Libra puede oscilar desde la prevaricación hasta la justicia; desde la parcialidad hasta el discernimiento; o desde la inutilidad hasta la sabiduría.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Libra



Los Doce Trabajos de Hércules-Libra


CÁNCER-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey


Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.

CAPTURAR LA GAMA O CIERVA DE ORO
4° LABOR
Cáncer (21 junio – 21 julio)


 1. Este cuarto trabajo consistió en capturar la cierva de Keruneia. Artemisa había encontrado, tiempo atrás, cinco ciervas iguales y las había capturado. Sus cuernos eran de oro, sus pezuñas, de bronce y jamás habían sido alcanzadas por nadie corriendo. Su tamaño era el de los toros. Artemisa utilizó cuatro de ellas para hacerse una cuadriga y la otra la dedicó a Hera y la situó en el bosque de Keruneia.
Era, por tanto, un animal sagrado y nadie podía tocarla si no quería ser acusado de impiedad.
Todo un año necesitó Hércules para capturarla, cosa que logró, al fin, en el templo de Artemisa (la Luna), donde la encerró y se la cargó a cuestas. Ello provocó que Artemisa se la reclamase. Al atravesar la Arcadia cargado con ella, se cruzó con Diana y Apolo que, a su vez, se la reclamaron también. Pero Hércules se negó a entregársela y, al acusarle ellos de sacrílego, le echó la culpa de su acto a Euristeo y siguió su camino.
2. A Cáncer podemos considerarlo como el último de los signos “preparatorios”. Y ello, tanto si se considera la involución o introducción del espíritu en la materia, como si se trata de la evolución o predominio gradual del espíritu sobre la materia, hasta llegar al reino humano.
El hombre medio, que se ha dotado de una mente en Aries y de un deseo en Tauro y luego se ha concienciado de la dualidad de su naturaleza en Géminis, penetra en el reino humano atravesando el Portal de Cáncer.
 El aspirante, ya despierto a lo superior, por su parte, en Aries se ase fuertemente a su mente y la hace trabajar para sus intereses, aprendiendo así a controlarla. En Tauro, recibe el primer destello de luz espiritual, cada vez más fuerte, mientras se aproxima a su meta. En Géminis, no sólo percibe los dos aspectos de su naturaleza, el material y el espiritual, sino que el aspecto espiritual o inmortal empieza a crecer a costa de la parte material o mortal.
3. Para pasar el Portal de Cáncer hay que haber pasado antes por el estado de conocimiento animal hasta llegar al humano. Se trata de un proceso inevitable, subconsciente, potencial y ordenado por las leyes naturales. Más adelante en la evolución, habrá que pasar el Portal de Capricornio. Pero a éste se entra mediante la iniciación, que es siempre un proceso voluntario, libre y poderoso. Cáncer, pues, supone la conciencia del conjunto, de la masa, el espíritu colectivo, mientras que Capricornio representa al grupo, al espíritu Universal.
En Aries y en Tauro, percibimos los mundos de los contactos físicos y de las emociones; en Géminis, el mundo de las ideas convirtiéndonos en humanos. Tenemos, pues, ya instinto e inteligencia. Entonces se nos indica, mediante una iluminación momentánea, que hay más mundos que descubrir y conocer.
4. Cáncer representa la mente subconsciente, la imaginación colectiva, el instinto hereditario.
El hombre no evolucionado está inmerso en la masaEl aspirante, en cambio, se eleva, en este signo, por encima de la masa, a la que le suma el instinto, y empieza a desarrollar la intuición.
Los términos instinto, intelecto e intuición son tres distintos modos de conocimiento. El instinto es la conciencia de la materia y la vida celular. Por eso Artemisa, la Luna, que gobierna la forma material, le reclamaba a Hércules la cierva.
Pero el hombre es racional, sabe analizar y posee una mente y esa nueva capacidad de percepción de un mundo nuevo, es lo que lo diferencia del animal que era, y le ofrece un nuevo campo de conocimiento y experiencia. Y el instinto se transforma en intelecto. El primero le informa del mundo físico y de las emociones que suscita y el otro pone a su alcance el mundo de las ideas y lo hace humano. Entonces es cuando el Maestro le dice que hay aún otro mundo, un mundo con su propio método de contacto.
Expone el mito que, además de Artemisa, le reclamaron a Hércules la cierva de oro Apolo, el dios sol y por Diana, la cazadora celeste. ¿Por qué? Porque, así como Artemisa pensaba que la cierva era el instinto, Diana pensaba que era el intelecto y Apolo pensaba que era la intuición. Y ése es un problema que aún no hemos resuelto del todo porque, como discípulos, hemos de aprender a utilizar El instinto como Artemisa, a su estilo, y el intelecto siguiendo la influencia de Diana, hija del sol; y, a través de él, ponernos en contacto con el mundo de las ideas y de la investigación; y, luego, llevar esa facultad al tempo del Sol y transmutarla en intuición que nos permita conocer las cosas del espíritu.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Cáncer


Los Doce Trabajos de Hércules-Cáncer

sábado, 3 de enero de 2015

VIRGO-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey

Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.


APODERARSE DEL CINTURÓN DE HIPÓLITA
6° LABOR
Virgo (22 Agosto – 21 Septiembre)



1. El sexto año de su servidumbre recibió Hércules de Euristeo la orden de traerle el cinturón de Hipólita, que era la reina de las amazonas. Ella lo había recibido de la propia Venus, diosa del amor, como símbolo del poder que ostentaba sobre sus súbditos.
Las amazonas eran un pueblo legendario que se decía vivía en el margen izquierdo del Danubio, a las orillas del gran mar. Estaba formado exclusivamente por mujeres, y los hombres sólo hacían trabajo de esclavos y de reproductores, siendo eliminados tras cumplir su misión. Los niños eran también sacrificados apenas a nacer. A las niñas se les extirpaba el seno derecho para que no les sirviese de estorbo al lanzar sus flechas, ya que las amazonas se dedicaban exclusivamente a la guerra. Descendían de Ares, el dios de la guerra, y de la ninfa Armonía.
Sólo mujeres, pues, se reunían alrededor de su reina. Dentro Del templo de la Luna celebraban diariamente su culto y hacían sacrificios a Marte.
Acababan de regresar de su visita anual a la tierra de los hombres. Dentro de los recintos del templo esperaban la orden de Hipólita, su reina, que estaba de pie sobre las gradas del altar mayor, llevando el cinturón que le había dado Venus, la reina del amor. Este cinturón era un símbolo de la unidad lograda a través de la lucha, el conflicto, la contienda; un símbolo de la maternidad y del Niño sagrado hacia quien toda vida humana realmente se dirige.
– Ha llegado la noticia– dijo ella – de que por su camino viene un guerrero cuyo nombre es Hércules, un hijo de hombre y no obstante un hijo de Dios, al que he de dar este cinturón. ¿Obedeceré la orden o combatiremos contra la palabra de Dios?
 Y, mientras escuchaban sus palabras y reflexionaban, se oyó una voz, diciendo que él ya estaba allí, que había venido con anticipación y esperaba apoderarse del sagrado cinturón de la aguerrida reina.
Sin esperar, Hércules, apenas penetró en el templo, atacó a la reina. Durante la lucha, no quiso escuchar las palabras amables que ella le dirigía. Hasta que la venció, le arrancó el cinturón que ella había recibido como símbolo de unidad, amor y sacrificio y fe, y la mató. Con ello mató a la que le ofrecía lo que él pretendía. Y allí, junto a la reina muerta, horrorizado por lo que había hecho, oyó la voz del Maestro:
– Hijo mío. ¿por qué matar lo que necesitas, está próximo y es querido? ¿Por qué matar a quien amas, la dadora de dignos obsequios, custodia de lo posible? ¿Por qué matar a la madre del sagrado niño? Otra vez advertimos un fracaso. Otra vez no has entendido. Redímete enseguida.
 Hércules se dirigió hacia las costas del gran mar, con el cinturón de Hipólita. Cerca de la costa, vio a un monstruo marino que tenía en sus fauces a la pobre Hesione. Ésta gritaba desesperada pidiendo socorro. Así que Hércules, sin pensarlo dos veces, corrió hacia el monstruo para salvarla. Pero, cuando llegó, ya la había engullido, así que, espada en mano, se introdujo en su garganta y, llegado al estómago, tomó a la doncella de la mano y se abrió camino hacia el exterior, matando al monstruo y liberándola de él. De este modo compensó el error cometido al matar a la reina de las amazonas.
Así es la vida: un acto de muerte por un acto de vida. Y, de ese modo, los hijos de los hombres que son hijos de Dios, van creciendo en sabiduría y equilibrio y aprenden a caminar con Dios.
Tras ello, Hércules pasó de nuevo por el sexto Portal y el Maestro, viendo esto y viendo el cinturón de la reina le dijo:
– Tsexto trabajo está concluido. Mataste lo que te quería y recataste lo que te necesitaba y así los dos son uno de nuevo. Reflexiona sobre los caminos de la vida que se reflejan en los caminos de la muerte. Ve y descansa, hijo mío.
2. Se dice que Virgo es el más antiguo de los signos zodiacales. A través del tiempo, ha habido Isis, Evas, Astartés, y otras, hasta llegar a María. Todas ellas reverenciadas como madres del mundo. Pero María es la única que sostiene al Niño en sus brazos. Porque en este signo es en el que concebimos y nutrimos el conocimiento de Cristo que, tras el período de gestación, en su signo opuesto, Piscis, nace como Salvador del Mundo.
3. La experiencia de Virgo es, como la de Leo, una experiencia de cueva, si bien se trata de “la cueva del tiempo”, que se caracteriza por el calor, la quietud, las experiencias profundas y las crisis lentas y hondas.
Todos pasamos por todos los signos pero, en el de Virgo, sus especiales energías se diversifican para generar mil nuevas ideas en todos los aspectos de la vida como el arte, el comercio, la industria y la ciencia, pero todas exigen un período de incubación, de reflexión y, luego, de lucha para imponerlas o compartirlas.
5. Virgo y su signo opuesto, Piscis, junto con Géminis y su opuesto Sagitario forman la que se denomina “Cruz Común o Mudable”, que es la de los que están pasando por la probación. En ella alcanzamos la resignación y desarrollamos la aspiración que nos prepararán para la Cruz Fija del Discipulado.
Cuando nuestra personalidad está crucificada en la Cruz Mudable nos dedicamos a sus fines materiales, para que adquiramos así la habilidad necesaria para dedicarla a fines más elevados.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Virgo


Los Doce Trabajos de Hércules-Virgo



viernes, 2 de enero de 2015

LEO-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey

Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.

MATAR AL LEÓN DE NEMEA
5° LABOR
Leo (22 julio – 21 Agosto)


1. Hércules, con todas sus armas preparadas, se situó ante el quinto Portal, ignorando qué le esperaba y preguntándose sobre su siguiente prueba y hasta dudando de su decisión de seguir o no su destino.
Pero su voz interior le decía:
– Los habitantes de Nemea necesitan tu ayuda. Están sufriendo los acosos de un terrible león. La noticia de tus hazañas les ha llegado y piden que los libres de ese azote cruel.
 Y Hércules, prestando oídos a su voz interior, se dispuso a responder a esa necesidad ajena. Así que, pensando que las armas obsequio de los dioses, más que ayudarle le iban a molestar, y fiándose de las suyas de siempre, su garrote, que él mismo había fabricado, su carcaj y su arco, partió en busca del león.
Tras una laboriosa búsqueda, vio al león. Era un hijo de Ortros (el perro hermano de Cerbero), al que Hera había situado allí para que luchase con Hércules.
El león estaba junto a un espeso matorral que había al borde del camino y, al ver a un enemigo que se aproximaba sin miedo, acostumbrado como estaba a que todos huyesen con sólo verlo, rugió con todas sus fuerzas. Con ese rugido, los arbustos se vieron sacudidos, los ecos del mismo llenaron la comarca y sus habitantes temblaron de miedo. Pero Hércules no se movió. Y, echando mano a su carcaj, le lanzó una flecha certera. La flecha dio en el costado del león y cayó al suelo sin haberlo herido. Hércules repitió la operación hasta que se quedó sin flechas, pero el león seguía ileso en medio del camino. Entonces Hércules, asió su garrote y se dirigió, sin miedo, hacia él. Y el león, no acostumbrado a que esto le sucediese, lanzó otro rugido y, dando un salto, desapareció entre los matorrales. Hércules corrió en su persecución, pero no lo pudo encontrar.
Durante largo tiempo buscó al león por el monte sin éxito. Hasta que un día, de repente, escuchó un rugido que provenía de una cueva cercana. Hércules, si dudarlo, se internó en ella para enfrentarse a la fiera. Pero la atravesó y descubrió que la cueva tenía otra salida y que el león había huido por ella. Quedó sin saber qué hacer. Y, mientras meditaba cómo se las arreglaría para cazar al león, vio un montón de troncos y ramas cerca de él, así que los transportó a la entrada de la cueva y la taponó con ellos. Y, yendo por la otra entrada, penetró y allí se enfrentó al león. Lo asió con sus propias manos y lo estranguló. Él solo, sin armas y con sus propia manos. Luego intentó desollarlo. Pero la piel del león era invulnerable y no había cuchillo ni herramienta que la pudiese cortar. Por fin, dio con la solución: lãs garras del mismo león. Con ellas pudo por fin arrancarle la piel y llevársela consigo como prueba de su hazaña.
2. Este trabajo es el número cinco. Cinco es el número del hombre, compuesto de un espíritu inmortal y cuatro vehículos mortales: el físico, el vital, el de deseos y el mental.
a) En Aries, el espíritu tomó para su uso el tipo de materia que le serviría para relacionarse con el mundo de las ideas. Esa materia, luego, se vistió de materia mental, agregando así, a su individualidad, la materia mental que le permitiese expresarse mejor y convertirlo en un espíritu pensador.
b) En Tauro, contactó con el mundo del deseo, siguiendo un procedimiento similar y así entro en contacto con el mundo de los sentimientos y las emociones. Y llegó a ser un espíritu consciente.
c) En Géminis, se construyó un nuevo vehículo como canal para las energías del espíritu y de la materia, manteniendo en armonía los dos polos de su ser. Y así nació el cuerpo vital.
d) En Cáncer, que es el signo del nacimiento físico y de la identificación con la masa, el espíritu inmortal se manifestó en la cuádruple naturaleza, y el hombre se convirtió en el protagonista de su propia vida, vivida en el plano físico.
e) Pero es en Leo donde llegamos, realmente, a ser la estrella de cinco puntas, el ser que se reconoce a sí mismo como un individuo y, al mismo tiempo, como un Yo. En este signo es donde empezamos a utilizar palabras como “Yo” y “mi” y “mío.”
4. Leo es uno de los cuatro signos fijos, que forman la cruz en la que tanto el Cristo Cósmico como el Cristo individual interno están indudablemente crucificados, dificultados, impedidos de manifestarse y, definitivamente sacrificados. Veámoslo:
a) En Tauro, la fuerza creadora a través del deseo, aparece en su aspecto inferior, el deseo sexual, que hay que transmutar en, o sacrificar, a su aspecto superior.
b) En Leo, la mente cósmica actúa sobre el individuo como mente razonadora, y también su aspecto inferior ha de ser sacrificado y la mente del hombre ha de subordinarse a la mente universal.
c) En Escorpio, que es el tercer brazo de la cruz fija, el amor cósmico o atracción cósmica se muestra en su aspecto inferior, produciendo la gran confusión de creer que la materia es lo importante y lo real. Por eso, en Escorpio, el aspirante está crucificado, supeditando la ilusión de la materia a la realidad del espíritu.
d) En Acuario, la luz de la conciencia universal ilumina al ser humano y sacrifica la vida individual volcándola en la vida universal. Se supedita así, pues, lo imaginario, lo irreal a lo real, el aspecto inferior al superior y la unidad a la suma total.
5. Dícese que, antiguamente, sólo existían diez signos en el zodíaco. Y que Leo y Virgo formaban un solo signo con un único símbolo. Y, si se reflexiona un poco, pronto se ve en ello el origen y la interpretación de la esfinge, del león con cabeza de mujer: las dos polaridades, positiva y negativa, el espíritu como león y la materia como mujer o madre de toda forma.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Leo

Los Doce Trabajos de Hércules-Leo