sábado, 3 de enero de 2015

VIRGO-LA ASTROLOGÍA ESOTÉRICA Y LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES- Maestro Tibetano D.K. y Alice Ann Bailey

Introducción
El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de La mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación.


APODERARSE DEL CINTURÓN DE HIPÓLITA
6° LABOR
Virgo (22 Agosto – 21 Septiembre)



1. El sexto año de su servidumbre recibió Hércules de Euristeo la orden de traerle el cinturón de Hipólita, que era la reina de las amazonas. Ella lo había recibido de la propia Venus, diosa del amor, como símbolo del poder que ostentaba sobre sus súbditos.
Las amazonas eran un pueblo legendario que se decía vivía en el margen izquierdo del Danubio, a las orillas del gran mar. Estaba formado exclusivamente por mujeres, y los hombres sólo hacían trabajo de esclavos y de reproductores, siendo eliminados tras cumplir su misión. Los niños eran también sacrificados apenas a nacer. A las niñas se les extirpaba el seno derecho para que no les sirviese de estorbo al lanzar sus flechas, ya que las amazonas se dedicaban exclusivamente a la guerra. Descendían de Ares, el dios de la guerra, y de la ninfa Armonía.
Sólo mujeres, pues, se reunían alrededor de su reina. Dentro Del templo de la Luna celebraban diariamente su culto y hacían sacrificios a Marte.
Acababan de regresar de su visita anual a la tierra de los hombres. Dentro de los recintos del templo esperaban la orden de Hipólita, su reina, que estaba de pie sobre las gradas del altar mayor, llevando el cinturón que le había dado Venus, la reina del amor. Este cinturón era un símbolo de la unidad lograda a través de la lucha, el conflicto, la contienda; un símbolo de la maternidad y del Niño sagrado hacia quien toda vida humana realmente se dirige.
– Ha llegado la noticia– dijo ella – de que por su camino viene un guerrero cuyo nombre es Hércules, un hijo de hombre y no obstante un hijo de Dios, al que he de dar este cinturón. ¿Obedeceré la orden o combatiremos contra la palabra de Dios?
 Y, mientras escuchaban sus palabras y reflexionaban, se oyó una voz, diciendo que él ya estaba allí, que había venido con anticipación y esperaba apoderarse del sagrado cinturón de la aguerrida reina.
Sin esperar, Hércules, apenas penetró en el templo, atacó a la reina. Durante la lucha, no quiso escuchar las palabras amables que ella le dirigía. Hasta que la venció, le arrancó el cinturón que ella había recibido como símbolo de unidad, amor y sacrificio y fe, y la mató. Con ello mató a la que le ofrecía lo que él pretendía. Y allí, junto a la reina muerta, horrorizado por lo que había hecho, oyó la voz del Maestro:
– Hijo mío. ¿por qué matar lo que necesitas, está próximo y es querido? ¿Por qué matar a quien amas, la dadora de dignos obsequios, custodia de lo posible? ¿Por qué matar a la madre del sagrado niño? Otra vez advertimos un fracaso. Otra vez no has entendido. Redímete enseguida.
 Hércules se dirigió hacia las costas del gran mar, con el cinturón de Hipólita. Cerca de la costa, vio a un monstruo marino que tenía en sus fauces a la pobre Hesione. Ésta gritaba desesperada pidiendo socorro. Así que Hércules, sin pensarlo dos veces, corrió hacia el monstruo para salvarla. Pero, cuando llegó, ya la había engullido, así que, espada en mano, se introdujo en su garganta y, llegado al estómago, tomó a la doncella de la mano y se abrió camino hacia el exterior, matando al monstruo y liberándola de él. De este modo compensó el error cometido al matar a la reina de las amazonas.
Así es la vida: un acto de muerte por un acto de vida. Y, de ese modo, los hijos de los hombres que son hijos de Dios, van creciendo en sabiduría y equilibrio y aprenden a caminar con Dios.
Tras ello, Hércules pasó de nuevo por el sexto Portal y el Maestro, viendo esto y viendo el cinturón de la reina le dijo:
– Tsexto trabajo está concluido. Mataste lo que te quería y recataste lo que te necesitaba y así los dos son uno de nuevo. Reflexiona sobre los caminos de la vida que se reflejan en los caminos de la muerte. Ve y descansa, hijo mío.
2. Se dice que Virgo es el más antiguo de los signos zodiacales. A través del tiempo, ha habido Isis, Evas, Astartés, y otras, hasta llegar a María. Todas ellas reverenciadas como madres del mundo. Pero María es la única que sostiene al Niño en sus brazos. Porque en este signo es en el que concebimos y nutrimos el conocimiento de Cristo que, tras el período de gestación, en su signo opuesto, Piscis, nace como Salvador del Mundo.
3. La experiencia de Virgo es, como la de Leo, una experiencia de cueva, si bien se trata de “la cueva del tiempo”, que se caracteriza por el calor, la quietud, las experiencias profundas y las crisis lentas y hondas.
Todos pasamos por todos los signos pero, en el de Virgo, sus especiales energías se diversifican para generar mil nuevas ideas en todos los aspectos de la vida como el arte, el comercio, la industria y la ciencia, pero todas exigen un período de incubación, de reflexión y, luego, de lucha para imponerlas o compartirlas.
5. Virgo y su signo opuesto, Piscis, junto con Géminis y su opuesto Sagitario forman la que se denomina “Cruz Común o Mudable”, que es la de los que están pasando por la probación. En ella alcanzamos la resignación y desarrollamos la aspiración que nos prepararán para la Cruz Fija del Discipulado.
Cuando nuestra personalidad está crucificada en la Cruz Mudable nos dedicamos a sus fines materiales, para que adquiramos así la habilidad necesaria para dedicarla a fines más elevados.

A continuación, presento, trabajos de Merche Torramilans y Pamela Di Meglio, donde se difunde información audio-visual sobre las Enseñanzas Esotéricas del Maestro El Tibetano D.K. y y el trabajo que realizó a través de Alice Ann Bailey, respecto al Mito de los Doce Trabajos de Hércules; las Energías que interactúan en los períodos de los diferentes signos del Zodíaco y las Lunas Llenas en las diferentes Casas Zodiacales.

Trabajo del Festival de Virgo


Los Doce Trabajos de Hércules-Virgo



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