lunes, 4 de mayo de 2020

LA RELIGIÓN DEL RAYO CEREMONIAL


EL CONOCIMIENTO Y LA LEY  
por Tellis S. Papastavro
Título original del libro: “The Gnosis and the Law”

Cuando un hombre, urgido por su propio Ser Interior, reconoce un Poder mayor que sí mismo y comienza a expresar gratitud a tal Poder, la religión se vuelve una realidad fundamental en su ser. Sus vehículos inferiores, particularmente el mental y el emocional, son curiosamente afectados por la experiencia y cambia radicalmente la perspectiva entera de su vida. La humanidad, siendo la suma total de todos los individuos, no puede ser diferente a este respecto, y nunca ha existido época alguna en que los seres humanos, a modo colectivo, habiendo sentido tal experiencia, no hayan reconocido su dependencia en cuanto a dicho Poder Superior. Hasta las razas más salvajes reconocen su dependencia, y de acuerdo a la Luz de sus consciencias, intentan definir su relación con dicho Poder en términos de miedo, de sacrificio o complacencia.

Es así que de la oscuridad de los tiempos han emergido las grandes religiones del mundo, las cuales, si bien diferentes en culto, ceremonial y métodos de aplicación de la Verdad, no obstante están todas unidas en las partes vitales fundamentales: Que la Vida y la existencia del hombre dependen de y tienen su fuente en ese Gran Poder; que éste Poder lo creó todo, lo visible y lo invisible; y que como tal, incumbe al hombre dirigir sus ojos hacia Él y –mediante la súplica, la oración o el decreto- pedir por sus necesidades. Estos han sido los postulados básicos de todas las grandes religiones del pasado, y la nueva religión –La Religión del Culto Ceremonial y la Libertad- no difiere de las primeras.

Las grandes religiones no emergen azarosamente, como tampoco surgen a instancias de los deseos del hombre. Cada una de éstas viene cada 2.000 años, siguiendo la secuencia ordenada puesta en marcha por la Ley Cósmica, que se mueve en Ciclos Gigantescos para alcanzar la totalidad de 14.000 años. Éste es el tiempo asignado para completar la Ronda de los Siete Rayos, cada Rayo comprendiendo 2.000 años, y cada uno –según Su influencia- afectando a la humanidad de forma diferente, lo cual vemos ejemplificado en el Poderoso influjo ejercido por cada una de las principales religiones.

Vemos así que con el advenimiento de cada Rayo sobre la Tierra, aparece una nueva religión predominante, evolucionada por las Inteligencias que representan a la Deidad durante dicho período. Esta religión está basada en las tendencias naturales de las Corrientes de Vida que habrán de ser el punto focal para el establecimiento y mantenimiento de la cultura espiritual de dicha época. Igualmente, el culto religioso está basado sobre la específica efusión beneficiosa que el Director o Chohán del Rayo vigente considera que es mejor para asistir a las inteligencias Evolucionantes de dicho período.

Remontándonos en la historia a sólo 4.000 años, vemos al Judaísmo evolucionando dentro de la influencia del 5° Rayo, mientras que su sucesor, el Cristianismo, al venir bajo el 6° Rayo, retuvo algunas de las cualidades de su predecesor, aunque difería en muchos otros aspectos. De igual forma, la Nueva Religión que está apenas entrando en el 7° Rayo, el Rayo Ceremonial, al tiempo que retiene mucho de las Enseñanzas de la Cristiandad, deferirá de ésta en muchos aspectos. Particularmente en el tipo de culto religioso que se convertirá en la actividad predominante de las masas en el futuro. Esta actividad, al tiempo que avanza con los años, y con la llegada a la Tierra de la gente de la Séptima Raza Raíz –quienes son altamente evolucionados- será bien revolucionaria en comparación con sus predecesoras. Atestiguará a la confraternización de hombres, Ángeles y Elementales en una cooperación consciente, que mano a mano caminarán juntos a lo largo del Sendero de la Evolución donde Servirán Unidos, construirán en cooperación el Reino de los Cielos en la Tierra, y adorarán juntos en Ceremoniales aún desconocidos en este mundo tridimensional.

A los ojos del hombre de hoy día, éste será un “mundo de sueños”, empero será un mundo bien real, siendo descartadas la mayoría de las enseñanzas anteriores. El Libro del Génesis, y todas las subsiguientes erudiciones Bíblicas ya están siendo re-escritas; y ahora están siendo escritas no por seres no-ascendidos, propensos a influenciar a otros en dirección a sus ideas preconcebidas, ¡sino por Seres Libres en Dios! Es una Biblia compuesta por las Energías de Arcángeles, los Seres Cósmicos y los Maestros Ascendidos, que prevalecerá para el resto de la civilización que está siendo traída a este Planeta Tierra.

En sus comienzos, siendo cada Nueva Gran Religión –por decirlo de alguna manera- progenie del Rayo Cósmico bajo cuya influencia habrá de funcionar, comienza muy temprano a verter sus cualidades sobre el mundo de los hombres. Esa influencia es totalmente invisible pero, al igual que los rayos del sol primaveral, calienta los corazones de los individuos y, en una forma bastante extraña, los encamina hacia ciertas acciones y sentimientos que ellos no pueden explicar. Los primeros Cristianos tuvieron una experiencia así, y la Nueva Religión del Séptimo Rayo no será diferente en ese sentido. Por el contrario ya es evidente y, al ser la Libertad uno de sus Principios fundamentales, no se requiere de mucho discernimiento para ver que, desde su advenimiento, millones de personas que por siglos habían sido mantenidas bajo una comparativa esclavitud han obtenido su independencia política; y que países de los cuales se llegó a pensar que era imposible que se autogobernaran y que se llamaran “naciones”, están ya en los mapas como pueblos libres o independientes.

Por otra parte, la rebeldía general que observamos en la juventud de hoy día, puede encontrar su fuente y empuje interno en el estímulo del Séptimo Rayo. Desgraciadamente el hombre, a través de su Libre Albedrío y tendencias malévolas generales, utiliza mal la energía y crea desorden.

Saint Germain, al dirigirse a los Estudiantes de El Puente a la Libertad el 31 de Marzo de 1956, dijo lo siguiente: 
“Ustedes están en un período de transición en este momento, transición en sus vidas personales, transición mundial, y pronto, en unos pocos años, estarán también en un período de transición Planetaria. Estos períodos de “cambio mundial” siempre causan sentimientos de desasosiego en los cuerpos emocional y mental de las masas de la gente, así como también un gran sentido de temor en sus cuerpos físicos y en sus conciencia etéricas”.

Como ya se ha dicho, la entrada de una Nueva Religión en la Tierra, de ninguna manera interfiere activamente con las funciones de su predecesora, sino que esta última, por Ley Cósmica, a medida que su Rayo particular se retira y palidece, irá perdiendo eventualmente su asidero y efecto sobre la gente, y con el transcurrir del tiempo irá decayendo y pasará a la historia. Esto, cabe aclarar, lleva varios cientos de años hasta que se da el eclipse completo. En el caso del Cristianismo, por razón de una dispensación especial –si es que la podemos llamar así- no será totalmente borrado, sino que será fusionado con la Nueva Religión del Séptimo Rayo, ambos yendo hacia delante de la mano, pero bajo la Dirección del Chohán del Séptimo Rayo, Saint Germain.

Entre las muchas cosas que acontecieron durante la Reunión del Tribunal Kármico en el Royal Tetón el 29 de Diciembre de 1963, estuvo el reconocimiento oficial de que la Dispensación Cristiana, tal cual la presenta la Ortodoxia, había terminado oficialmente, y que su lugar fue reemplazado por la “Nueva Religión del Séptimo Rayo”, la Era de la Libertad Espiritual bajo la Guía de Saint Germain. 

En lo presentado a continuación, el Maestro El Morya, en un Discurso a los Estudiantes de El Puente a la Libertad el 1° de Enero de 1964, nos da un relato de la Ceremonia que aconteció en el Royal Tetón en Presencia de la Jerarquía Espiritual y los Seres Cósmicos de otros Sistemas de Mundos: “Con toda “Pompa y Circunstancia” de una procesión, el Amado Jesús, vestido con una simple vestidura blanca con una banda de oro en las mangas y la basta, se acercó al Altar acompañado por una Escolta Angélica. Se quedaron de pie ante el Señor Gautama, el Amado Sanat Kumara y Lord Divino, mientras aguardaban la llegada del Amado Saint Germain, vestido de blanco con una capa o manto de color Violeta Real. Cuando Saint Germain y Su Escolta se pararon al lado del Maestro Jesús, se dio lugar a una Ceremonia de Gran Dignidad y Felicidad, el conocimiento de la cual es nuestra responsabilidad 
–y de ustedes- llevar a la conciencia de la gente de la Tierra. El Amado Jesús, en genuflexión, colocó en las manos del Señor Gautama una Cruz de Oro Puro. El Amado Gautama, a su vez, le dio la Cruz a Lord Divino para que la colocara en el “Depósito Espiritual” junto con los Símbolos de los Rayos precedentes. Gautama entonces colocó Su Mano derecha sobre la cabeza de Saint Germain y Su Mano izquierda sobre la cabeza del Maestro Jesús, al tiempo que Jesús y Saint Germain se tomaban de las manos. Lo significativo de esto yace en la fusión de la “Dispensación Cristiana” dentro de la Era de la Libertad sin interrupción. Nuestro Amado regente, Sanat Kumara, le obsequió a Saint Germain una Cruz de Malta de Fuego Violeta la cual, por supuesto, es el Símbolo Talismánico de la “Era de la Libertad”. Esta fue una ocasión de lo más auspiciosa y memorable, ya que es imperativo, como el Amado Jesús les dijo, que dejen ir toda la ortodoxia de la Dispensación Cristiana que ya terminó, y que sigan los Preceptos del “Séptimo Cielo” bajo la Dirección de Nuestro Rey, el Maestro Ascendido Saint Germain”.

Las palabras exactas del Amado Jesús, tal como le fueron dadas a los Estudiantes que estaban en el Royal Tetón el 29 de Diciembre de 1963, son las siguientes: “Tengo mucho que decirles, queridos amigos de Mi Corazón, así que les pido su indulgencia para prestar oído por un rato más a lo que tengo que expresar. La Dispensación Cristiana ya terminó, tal como es presentada por la Ortodoxia. Ahora estamos en la Era de la Libertad Espiritual, bajo la Dirección de Nuestro Rey, el Maestro Ascendido Saint Germain. Por favor guarden esto en sus mentes y corazones. Si han de marchar bajo el Estandarte de Nuestro Amado, es el deber de ustedes exteriorizar y llevar hacia aquellos todavía dormidos el significado y el propósito del Séptimo Rayo”… 

Mucho antes de que la Nueva Religión haga Su aparición en el mundo material bajo un Rayo entrante, tiene su comienzo en las Esferas Internas bajo la Dirección de Seres Cósmicos, en particular el Instructor Cósmico y el Chohán o Director del Rayo particular bajo el cual florecerá dicha Religión. Estos dos Seres Cósmicos, con Sus Asistentes, después de tomar en consideración el Desarrollo Espiritual existente de la humanidad y sus posibles potencialidades actuales, diseñan y establecen un Plan para la Enseñanza necesaria, forma de Culto, etc., 
que mejor habrá de servir al mundo por los próximos 2.000 años. No hace falta decir que Ellos son muy circunspectos y científicos en esto, ya que de nada servirá si la Enseñanza se eleva muy por encima de las capacidades y la evolución Espiritual de aquellos a quienes se pretende beneficiar.

Lo primero que el Instructor Cósmico examina es la Energía Primigenia y Radiación del Rayo entrante tal cual como se hará sentir sobre la Tierra. Entonces, con la cooperación del Chohán de dicho Rayo y Sus Asistentes, examinan el Desarrollo Espiritual de las Almas que encarnarán durante la duración de dicho Rayo así como su capacidad para absorber Sus Energías, de manera que estén en línea con el Plan Divino Superior. Habiéndose logrado esto, Ellos Desarrollan entonces el lado Ceremonial así como los detalles de Culto que habrán de reanimar la Luz del Alma y que habrá de promover la Evolución Espiritual de los hombres durante los siguientes 2.000 años.

Esta fue la manera en que se dio la Estructura Básica del Cristianismo, bajo la Guía de Lord Maitreya –el Instructor Cósmico de dicho período- mucho antes de que Jesús encarnara. Igualmente y de manera similar se desarrollará y expandirá la Nueva Religión, esta vez bajo los auspicios del Séptimo Rayo y la Dirección de Saint Germain.

Cuando en las Esferas Superiores fue Perfeccionado el Plan de la Dispensación Cristiana, aconteció allí un Cónclave Cósmico, y el esfuerzo Cristiano en su totalidad fue Proyectado sobre una pantalla, mostrando su humilde inicio, su desarrollo y su decadencia. Fue entonces que se solicitaron voluntarios para que vinieran y ayudaran en el desarrollo de la Nueva Religión en el mundo de los hombres. Fue entonces que Jesús, la Madre María, José y los Apóstoles y otros ofrecieron sus servicios.

Cuando Lord Maitreya, el Instructor Cósmico, junto con Saint Germain, dieron inicio al Plan para la Nueva Religión que habría de seguir al Cristianismo, tuvieron que tomar en consideración que su tarea era muy distinta a la de la Dispensación Cristiana, con problemas totalmente diferentes. Uno de estos problemas, y sin duda el más serio de todos, era el ultimátum dado por la Ley Cósmica a la Jerarquía Espiritual de la Tierra de que a menos que la humanidad se levantara y asumiera sus responsabilidades para con el Universo –como lo estaban haciendo otros Planetas- sufriría inevitables consecuencias, la disolución de su Planeta.

En 1952 la Ley Cósmica, a través del Maestro El Morya –en ese entonces Chohán del Primer Rayo- informó a la Jerarquía Espiritual de nuestro Planeta Tierra que había llegado el momento para que el Sistema Solar de nuestra Galaxia, Alfa y Omega, avanzara a una Evolución Superior y que, de todos los Planetas involucrados, sólo la Tierra se encontraba letárgica e incapaz de seguir.

En vista de que esto impedía el progreso de la Galaxia entera, la cual ya no podía esperar más, se le otorgó una Dispensación de 20 años a la Tierra para que mejorara. De fallar, Ella sería dejada atrás y abandonada por Su Sistema Solar, creando una situación que llevaría eventualmente a Su disolución. Esto hubiera dejado a la humanidad, tanto encarnada como desencarnada, sin un hogar en el cual concluir su evolución.

Siendo tan seria la situación, la Jerarquía Espiritual, conociendo la imposibilidad de lograr en 20 años lo que en millones de años se había fracasado en conseguir, lanzaron un llamado por ayuda al Cosmos. Seres Cósmicos de la Galaxia entera, en Amor Divino, respondieron y ofrecieron Su Asistencia. Entonces, el Maestro El Morya apeló personalmente a nuestro Logos Solar, Helios y Vesta, apelación mediante la cual se creó un nuevo Planeta, el planetoide Hercóbulus, rebautizado Excelsior por el mismo El Morya. Allí, aquellos miembros recalcitrantes de la raza humana –tanto encarnados como desencarnados- que por miles de años había probado ser incapaces de mejorarse a sí mismos, serían transferidos, para así permitir que los seres humanos más evolucionados, junto con la Tierra, pudieran seguir su camino con el resto del Sistema. Detalles de estas cosas serán dados a medida que procedamos en nuestro estudio.

El otro problema era que las almas humanas, en su presente evolución, absorbieran las Enseñanzas Avanzadas del Séptimo Rayo.

En Su libro “El Séptimo Rayo”, el Maestro Saint Germain nos dice: “La Actividad del Séptimo Rayo ha sido descrita como “Servicio Ordenado”. Debe desarrollar la capacidad dentro de la Corriente de Vida de conscientemente atraer, enfocar, moldear y Proyectar Energía, lo cual se convierte en el Control Maestro de todas las circunstancias y formas. El Desarrollo del Culto Ceremonial, mediante el cual los individuos pueden, tanto colectiva como individualmente, ser educados en los métodos de invocar y dirigir las Energías Espirituales, es una de las más bellas Actividades de este Rayo. A través de tales Ceremonias y Rituales Evolucionados, todas las Energías con las cuales los diversos Chohanes se ha esforzado en enriquecer la conciencia y la experiencia de la humanidad, serán Transmutadas, Sublimadas y Purificadas, de manera que los regalos más grandes de cada Rayo puedan fluir a través de aquellos individuos que son las Puertas Abiertas Naturales para Su Descarga. Así, estamos –como quien dice- abriendo las puertas de la conciencia de la raza hacia la Perfección de las Siete Esferas, en una de las cuales mora la Presencia de Dios en cada hombre. Ya que las Huestes Angélica y Dévica y los Reinos Elementales se ocupan de las Energías Primarias y se desentienden de la forma; y dado que la humanidad se ocupa, primordialmente, de la forma y parece estar aparentemente ajena al Poder contenido dentro de las Energías dirigidas; se considera de carácter expedito que la Conciencia de los Ángeles, de los hombres y de los Elementales sean conscientemente amalgamadas y mezcladas dentro de un esfuerzo cooperativo para llevar a cabo la Perfecta Era de la Libertad. Ésta es otra faceta del establecimiento del Ritual que conformará el Culto de las masas del futuro”…

Las dificultades presentadas en ambos problemas eran de dimensiones aparentemente insuperables, pero fueron eventualmente resueltos a partir del momento en que aquellos, de la humanidad actual –tanto encarnados como desencarnados- a quienes nos referimos anteriormente, fueron transferidos al nuevo Planeta especialmente creado para ellos, permitiendo así que encarnaran los miembros de la Séptima Raza, que son altamente evolucionados.