¡Me pregunto cuántos de ustedes han pensado alguna vez en un Planeta sin atmósfera! Sobre dicho Planeta no podría haber vida humana. Piensen ahora en los diversos experimentos que la gente está haciendo con respecto a viajes a otros planetas y en lo dependiente que está la investigación científica cuando a la atmósfera en, a través y alrededor de tales planetas.Por supuesto, la certeza científica todavía no ha sido perfeccionada, entendiendo que todo planeta en que hay Vida tiene una atmósfera, y que una atmósfera hecha por el hombre -haciendo caso omiso de cuán cara sea- no bastaría en otro planeta.
Si la atmósfera fuera quitada, causaría más que todas las incómodas ideas de la era atómica en eliminar la Vida de este Planeta, pero Nosotros hemos no escogido hacer eso. ¡NO! Hemos ajustado Nuestra Atmósfera para ustedes, todos y cada uno, disminuyendo la Acción Vibratoria a medida que la Tierra se volvía más y más densa, y dándoles tanto de Nuestro Elemento Aire como podía absorber.
Dentro de esta Atmósfera está lo que podrían llamar "el ámbito astral", el cual está siendo rápidamente Transmutado.
¿Han pensado que todos y cada uno de ustedes lleva una atmósfera personal, que está compuesta de su pensar y sentir? ¿Está esa atmósfera en acuerdo con los Directores de los Cuatro Elementos, o vacila? La vacilación de la atmósfera del individuo es la inestabilidad en uno de los cuatro vehículos inferiores, y en Mi Labor con la Sustancia de la Atmósfera del Mundo, tengo que mantener eso muy Equilibrado, sin importar qué creación imperfecta se esté dando. No puedo permitir ni una vacilación en la Acción Vibratoria de la Atmósfera en, a través y alrededor de la Tierra.
Ustedes han ido lejos en el Sendero de la Vida, por lo que debería aprender a controlar su atmósfera personalmente, haciéndola Emocionalmente Estable, Mentalmente Alerta, Etéricamente Pura, y Físicamente Cargada con la cantidad de Luz que sea necesaria para Expandir la Perfección de Dios a través de ustedes; y llenar esa atmósfera con la Calidez del Amor, con el Poder de dirigir las Corrientes de Energía a dondequiera que se requieran y no permitirles que entren en su propia atmósfera personal.
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