lunes, 10 de febrero de 2014

DULZURAS DE KASHMIR (por el Amado Lord Koot Hoomi)


DULZURAS DE KASHMIR
(por el Amado Lord Koot Hoomi)

Mientras el Señor Maitreya se dirigía a los discípulos esta noche en Kashmir, seguramente sus corazones se llenaron con el amor que hay dentro de Su Aura y que se expresa a través de Sus palabras. Hacia el corazón de Kashmir se han dirigido los hermanos y hermanas de Beijing. De Lhasa han venido los delegados del Dalai Lama, de China han venido los hermanos y hermanas de la Orden de Confucio, los Buddhas han venido de Malasia e India, y también los brahmanes de los Templos de la India.
Alguno de ellos han estado viajando durante casi seis semanas, y no tenían ni una pista, ni una palabra o señal que les indicara dónde iba a tener el encuentro. Sólo tenían el impulso magnético que sintieron dentro de sus corazones. En respuesta a eso, ellos emprendieron la marcha por el sendero del corazón hacia el valle de Kashmir. Más de diez mil peregrinos y nómadas de Asia, en sus cuerpos físicos, ya se encuentran reunidos aquí. Es un valle grande, redondo, como un anfiteatro, con colinas que se elevan suavemente a su alrededor. Quienes han estado en Kashmir, conocen los bellos colores de las flores, el delicado canto de las aves que Yo nunca he visto ni escuchado en ninguna otra parte de la Tierra.
Dentro de ese entorno de belleza natural, los Grandes Seres, los Hermanos de la Túnica Dorada, son los anfitriones de aquellos que son los instructores de las actividades seculares del mundo externo, y de los líderes de las órdenes religiosas de todo tipo, ortodoxas y también metafísicas.
Hoy temprano a la mañana, el Amado Señor Koot Hoomi ocupó Su lugar en la elevación que mira hacia el este, para que todos los discípulos que están mirando hacia el altar presidido por el Hermano que está oficiando la ceremonia, puedan recibir la bendición  de la Luz de Oriente. El Señor Buddha no pronunció ninguna palabra durante Su irradiación. Él permitió que se tornara visible la radiación desde el Gran Sol Central, la cual, anclada dentro de Su Propio Cuerpo de Maestro Ascendido, es muy similar al Rayo de Luz de sus Presencias, hacia dentro de sus cabezas y corazones.

Extraído del libro: "Dulzuras de Kashmir"
Autor: Lord Koor Hoomi.
Editorial: Loto Dorado

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