sábado, 18 de mayo de 2019

LORD GAUTAMA BUDDHA

LOGOS PLANETARIO - SEÑOR DEL MUNDO
Anterior Buddha de la Tierra
Templo del Señor del Mundo - Shamballa - Long Island - N. Y. USA

Lord Gautama Buddha

Amados, estoy sin duda agradecido de tener hoy la Oportunidad de hablarle a esas corrientes de vida en la Tierra que están dedicadas a Expandir la Luz, y que desean ser una parte viviente y vibrante de la Era de la Libertad que amanece, la cual está bajo la Dirección de Nuestro Amado Maestro Ascendido Saint Germain.

Estoy sin duda agradecido por tener tal cooperación amorosa de sus vidas, entendimiento, y disposición a aceptar y asimilar el conocimiento que ha estado enterrado por demasiado tiempo en los Lamasterios de Oriente.

Me resulta muy grato saber que la descarga de Mi Conciencia a la gente de la Tierra ya no está más confinada a las pocas líneas de Instrucción que di el Día de Mi Iluminación, cuando regresé de mis esfuerzos de siete largos años, que pasé en mi sincera búsqueda de la Verdad de Dios, en el Corazón del Silencio.

Por medio de la Amorosa Dirección de la Bendita Pallas Atenea (Diosa de la Verdad para la Tierra), y de muchos otros Seres Cósmicos y Ascendidos que me asistían, avancé a través de las Siete Esferas de Conciencia Perfeccionada hasta llegar  a la Gloria de la Deidad de este Sistema de Mundos, el Amado Helios (cuyo Servicio es la Iluminación) y Vesta, Su Complemento Divino (quien representa a la Diosa de la Verdad para Nuestro Sistema entero, y cuyo Servicio Cósmico es el Sostenimiento del Concepto Inmaculado y la Descarga de la Verdad de Dios para todos en Nuestro Sistema).

Allí vi y conocí por cuenta propia la Verdad Eterna, que DIOS ES BUENO, que Su deseo para toda Su Creación es el BIEN, y la Verdad, tal como está registrada en sus Biblias de hoy –“El ojo (humano) no ha visto… las Glorias que Dios ha preparado para aquellos que lo aman…”
Supe entonces, que todas estas apariencias angustiantes de desolación e imperfección ¡NO ERAN LA VOLUNTAD DE DIOS NI SE DABAN SEGÚN SU PLAN DIVINO!

Ahora bien, este proceso mediante el cual esos diversos viajes fue la “Conciencia Proyectada”, 
el mismísimo que se les ha enseñado a utilizar hoy día. Mi forma física estaba sentada bajo un árbol en el bosque, por supuesto bastante cansada a causa de la falta rítmica de ingesta de comida y bebida, así como por la necesidad de ejercicio ya que, recuerden, mi búsqueda por la Verdad última duró siete largos años y Mi cuerpo se quedó en la foresta todo ese tiempo.

Sin embargo ese cuerpo fue mantenido –al menos en parte- por regalos de comida y bebida de parte de varios viajeros transeúntes que me veían allí sentado. Cuando las Energías Vitales de Mi cuerpo llegaban a un punto bajo, esos Seres Divinos que me asistían me hacían regresar a ese cuerpo y tomar algo de la comida y bebida que me habían sido provista. Así yo podía resucitar ese cuerpo lo suficiente para así poder viajar aún más lejos en Conciencia Proyectada.

Nunca, nunca, nunca olvidaré mis sentimientos de gozo al ver la Belleza y Perfección en esas Siete Esferas. Para tener éxito en una aventura como la que había emprendido, hay que ser totalmente Unipuntual en conciencia, estar invenciblemente determinado a aceptar y no detenerse ante nada que no sea el logro de la Meta Suprema, no importa cuán magníficas o atractivas puedan parecerle a la conciencia otras distracciones.

A este respecto, déjenme decirles que sólo ser capaz de atestiguar la Perfección en cualquiera de las Siete Esferas sería más que suficiente para desviar la propia atención y determinación de ¡seguir progresando!
Como ya les dijera, cuando comencé Mi búsqueda de la Verdad y dirigí Mi Conciencia hacia los Ámbitos Divinos, primero tuve que atravesar con seguridad el Plano Astral que rodea la Tierra por al menos 3.500 metros a su alrededor.


Luego, cuando empecé a introducirme en los ámbitos Divinos, ingresé primero a la Séptima Esfera, esa que preside el Amado Maestro Saint Germain. Como se les ha explicado en ediciones anteriores de “El Puente”, toda corriente de vida originalmente vino desde el Corazón de la Deidad, y por elección auto-consciente, decidió efectuar el viaje a través de esas Siete Esferas de la Divinidad.
Habiendo así pasado primero por la Primera Esfera y continuando hasta la Séptima, cuando uno regresa a la “Casa del Padre”, necesariamente tiene que proceder primero por la Séptima Esfera, ya que las Esferas habrán de ser atravesadas en el orden inverso a cuando se salió de la Deidad… ¿entienden?

Amados, la Belleza y Perfección de esos magníficos Templos del Fuego Violeta, Ángeles y Majestuosos Ceremoniales de la Séptima Esfera pueden fácilmente acaparar la atención del alma buscadora más diligente, particularmente porque este es el primer contacto con la Perfección de las Siete Esferas Divinas que se experimenta en tal viaje Ascendente.

Seguidamente vino la Gloria de la SEXTA ESFERA (Actividades de Ministración y Paz). Aquí tuve mi más grande examen, ya que mi corazón era el de un gran misionero y mi deseo era el de asistir a la gente. En esta Esfera vi a los Grandes Ángeles de Ministración en Acción, descargando los Poderosos Rayos Sanadores, Bendiciones y Asistencias de toda descripción para todos los que en la Tierra requerían de esta ayuda. He de confesar que aquí pensé: “Sí, este es Mi lugar”. Empero, dentro de Mí algo seguía diciendo: “¡Adelante, adelante, adelante!... sigue hasta el Corazón de la Verdad”.

Luego, al ingresar en la QUINTA ESFERA en la que mora la Llama de la Verdad de Dios, pensé: “¡Aquí está la Verdad que yo deseo, y ésta es la Esfera en la que viviré!” “Aprenderé todo lo que aquí se encuentra, y lo llevaré de vuelta a los hombres.” Una vez más algo en mí corazón me urgió  a que siguiera, y entré… en la CUARTA ESFERA.


En esta Cuarta Esfera de la Pureza de Dios fui testigo de los magníficos Seres Cósmicos, Maestros Ascendidos, Serafines, Querubines y Ángeles de la Pureza en Acción, y, en vista de que tal Perfección se manifestaba justo frente a mí, experimenté de nuevo mi convicción personal de que ¡ESA Esfera tenía que ser la última! No obstante, estaba seguro desde adentro de que no era así –“la Voz Interior”- continuaba exhortándome a seguir.

Prosiguiendo en este Viaje Ascendente, al entrar a la TERCERA ESFERA encontré que la misma era del más Poderoso Amor de Divino, ese Amor Divino que, por supuesto, es la verdadera naturaleza de la misma Deidad, así como de mí mismo y de toda corriente de vida que Dios ha creado, ese Amor Divino que todos éramos, conocíamos y teníamos junto al Padre “antes de que el mundo existiera”.
Aquí pensé: “¡Ahora, verdaderamente el Amor Divino es lo último!” Pero una vez más, algo adentro me dijo: “¡AVANZA!”

Continué e ingresé en la SEGUNDA ESFERA, donde trabajan los Maestros Ascendidos Instructores y Educadores, y una vez más debo confesar que hice una breve pausa. Como ustedes saben, enseñar ha sido mi profesión durante mucho tiempo. Allí visité los Templos y escuché con atención a los Grandes que estaban preparando Instrucción y Asistencia para las Religiones aceptadas y servidas por las diversas gentes de la Tierra. Pensé: “¡Quizás éste es Mi lugar y lo he encontrado al fin!” No obstante, todavía algo dentro de Mí seguía diciendo: “¡Nada de eso! ¡AVANZA!”

Entonces, después de haber pasado a través del Ámbito de los Instructores, finalmente me introduje en la PRIMERA ESFERA, la Esfera de la Ideación donde la Llama Azul y el Rayo del Poder son Creados y Descargados. Aquí, en la tremenda Velocidad y Poder de la Actividad que toma lugar constantemente, al entrar dentro de esa Conciencia Acelerada al principio pensé que “había fallado mi blanco”, y sentí que quizás debería haberme quedado en la Tercera Esfera del Amor Divino. En esta Primera Esfera no me era tan fácil mantener serena la conciencia a causa del Movimiento Acelerado de Energía. Allí los Poderosos Hércules y Amazonas (Elohim del Primer Rayo y Su Complemento Divino) y otros de los que Sirven en este Rayo se apresuraban de un lado a otro en un Servicio tan rápido que me resultaba difícil saber qué estaban haciendo en ese momento. Sin embargo, la Luz dentro de Mí dijo: “Si continúas avanzando a través de esta Esfera… ¡ENCONTRARÁS LA VERDAD!
Así que, haciendo acopio de toda mi Fuerza Espiritual, con la mayor dignidad que me fue posible, seguí hacia adelante ante la Presencia del Resplandeciente Fuego del Amado Hércules, de Amazonas, del Arcángel Miguel y del Poderoso El Morya.

Finalmente, como les he dicho antes, ¡Llegué ante la Celestial Presencia de Nuestro Dios Padre-Madre! Tan Brillante era Su Luz; tan Amorosos eran Sus Corazones; tan magnífica era Su Paz y, también Su Poder, que no pude hacer otra cosa que postrarme ante Ellos. Entonces, es esa Tremenda Bondad que les es propia, solicitaron que me pusiera de pie y, dándome Sus Bendiciones personales así como las Bendiciones de Aquellos de toda Su Esfera, me permitieron la completa Libertad de Gozar de la Maravilla de la Perfección que se experimenta allí. En el Corazón de la Deidad disfruté del sentimiento de UNIDAD CON MI CREADOR, así como un día ustedes lo harán cuando hayan terminado su camino y, en la Victoria de su Ascensión se vuelvan UNO PARA SIEMPRE con su propia Presencia Electrónica “YO SOY”. Sin embargo, en su caso, habrán llegado permanentemente a su Eterno “Hogar”, “para no salir más”. 

Gautama Buddha 

Extraído del libro: "Amistad con los Dioses"
"El Puente a la Libertad"



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