jueves, 29 de mayo de 2014

Cúrense a sí mismos



EJERCICIOS DE CURACIÓN
Ejercicio 1 Cúrense a sí mismos
1 A: La Respiración

Para curarse a sí mismos, lo fundamental es experimentar apartando "la personalidad" del camino y dejar que Dios haga la Curación.
Existe una tremenda Voluntad en el Universo que cuando se libera mediante la atención, proporciona un formidable ímpetu de Perfección; en este caso, de Salud perfecta. Llegar a estar en perfecta armonía con esa fuente de la Voluntad es fundamental para la Curación.
 "Tu Voluntad sea hecha en y a través de mí, ahora".
Para que la atención se desvíe de la enfermedad o del dolor, comiencen colocando su cuerpo físico en un lugar seguro, confortable, en donde ustedes no estén expuestos a interrupciones. Mantengan su espina dorsal recta y las extremidades sin cruzar (esto puede hacerse de pie, sentado o acostado). Comiencen a respirar profunda y rítmicamente, llenen de aire primero su abdomen y cuando éste no pueda expandirse más, dejen que el aire vaya subiendo desde su abdomen hacia el tórax y hasta los hombros. Coloquen una mano sobre su abdomen y la otra en el pecho para que sientan ese movimiento vibratorio. Luego, con bondadoso control, dejen salir el aire lentamente, impulsándolo hacia afuera con los músculos abdominales (sientan la flexión de éstos). Entonces inicien de nuevo el ciclo llenando el abdomen hasta que puedan, permitiendo que el aire suba hasta el tórax y salga de nuevo lenta y completamente. Respiren por la nariz tanto como sea posible. Practiquen esta respiración rítmica hasta que sea muy fácil para ustedes sostener un ritmo sin necesidad de cobrar aliento ni de preocuparse por sensaciones extrañas, tales como mareos o corazón acelerado, que pueden ser comunes al principio. No son peligrosas. Ustedes simplemente están superando la respiración anormal (de muchos años y probablemente de muchas encarnaciones) y sus cuerpos necesitarán reajustarse.
Se trata de una re-adaptación muy segura para el organismo y necesaria para los subsiguientes cambios. Lo mejor es un programa regular de ejercicios respiratorios (por ejemplo cada mañana y cada noche) sin embargo, también pueden ser practicados en cualquier momento y lugar durante períodos cortos. Cada vez que terminen el ejercicio pidan a su Presencia Electrónica (que SON USTEDES) que sostenga este ritmo a través de sus cuerpos físicos todo el tiempo.
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Ejercicio 1 B

Cuando tengan un sentimiento de tranquilidad asociado con la respiración profunda y esto ya no sea una lucha, comiencen a incluir las visualizaciones.
Recuerden, primeramente, que el aire que respiran de la atmósfera es un regalo del Espíritu Santo Cósmico. Su aliento sale y crea una atmósfera alrededor de cada planeta no sólo para sostener la vida, sino para hacer prosperar el crecimiento espiritual. Allí estriba el misterio del prana. Luego el Señor Mahá Chohán sirve cuidando que la atmósfera sea conservada, limpiada y purificada, usando el Reino Elemental de tal forma que el Aliento Flameante de Dios esté disponible para toda vida sobre la Tierra. Cuando respiramos, tomamos de la sustancia de la vida eso que se ha originado para nosotros directamente desde nuestro Dios Padre-Madre a través del Espíritu Santo. Es un eslabón directo con la vida pura de Dios. Es una parte tangible del Mar Eterno de la Vida y ustedes viven, se mueven y respiran en ella. No existe una célula de su ser que no contenga este núcleo de pura Luz y Vida de Dios.
Luego visualicen, con cada respiración, que sus pulmones absorben esta Sustancia Luz Universal como si estuvieran llenándose con un gas resplandeciente. A medida que continúen su ciclo de respiración, permítanle expandirse hacia dentro de su pecho... y luego hasta el área de su cabeza y mente... que alcance sus extremidades... que baje hacia sus órganos internos y que continúe bajando hasta los dedos de sus pies. Siéntanse a sí mismos llegando a estar livianos (i-lu-mi-na-dos). Relájense dentro de su Mar de Luz Resplandeciente. Si hay cierta parte del cuerpo enferma, concentren el aliento a través de la atención en ese punto y vean y sientan esa área resplandeciendo más brillantemente con cada nueva respiración. Esta es la antigua tradición del Oriente, de la concentración del aliento para la Curación. Practiquen regularmente esta corta visualización a medida que avancen en su trabajo sobre la respiración.
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Ejercicio 1 C

Después de que exista algún sentimiento de maestría sobre la respiración a un nivel uniforme, el próximo paso es traer los cuatro vehículos inferiores hacia dentro del orden, la unidad, la armonía, y elevarlos hacia dentro de la Conciencia Crística aunque sea por períodos cortos.
Comiencen este ejercicio estableciendo de nuevo la respiración lenta y rítmica. Coloquen su cuerpo físico en una posición de "relax" pero equilibrada, con la espina dorsal recta, sin llevar tensiones a ningún músculo. A medida que continúen la respiración rítmica, comiencen a relajarse  dentro de la presión creciente de la Luz viniendo desde dentro de sus corazones.
Vean una Llama de Amor, Sabiduría y Poder siempre expandiéndose, moviéndose en espiral en forma rápida hacia arriba... desde su centro-corazón físico, incrementando la acción vibratoria completa de la estructura física carnal,. Sientan este Templo Elemental de un Dios viviente, acelerado por la presión de esta Llama expandiéndose a través de él.
Seguidamente, pongan su atención sobre el centro-corazón etérico y vean nuevamente la Llama Triple expandiéndose a través de su naturaleza etérica entera... acelerando el nivel vibratorio de toda la materia etérica hacia su estado perfecto... Luego vean dentro del corazón de su vehículo mental... la Llama Triple expandiéndose allí, acelerando la sustancia de la materia del cerebro, la mente etérica y el vehículo mental hacia dentro de la sustancia Luz tenue que llevó las ideas perfectas de la Deidad... claras y cristalinas.
Deténganse por un momento, y sientan la conexión aquí con la Amada Señora Cristal y la Curación mental perfecta del Quinto Rayo... Ahora incluyan el gran centro-corazón de su vehículo emocional, sintiendo esa Llama expandiéndose a través de cada célula, molécula y átomo del gran mar de su mundo emocional.
Luego visualicen a cada una de estas Llamas Triples fundiéndose en una Llama Triple gigantesca, moviéndose en espiral como una fuerza veloz ascendente de vibración y conciencia... unificando a cada uno de los cuatro vehículos inferiores. Visualícenlos a todos ellos en el patrón perfecto de su Ser Crístico; no como una Luz Uniforme ovoide, sino como Seres de Luz resplandecientes, alineados entre sí... todos en perfecta armonía... en perfecta unidad. Ahora, con cada respiración, sientan que el aliento se expande hacia las profundidades de cada uno de sus cuatro vehículos inferiores porque es el mismo Espíritu de Dios el que los está animando a cada uno..., todos ahora bajo el control de la Presencia Crística .

Extraído del libro: "Manual de Curación"
Autor: Maestro Hilarión.

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