martes, 30 de diciembre de 2014

Saludo de Año Nuevo - Por El Maestro Jesús

SALUDO DE AÑO NUEVO
Por El Maestro Jesús


"Que tengan un Bendito y Santo año, lleno de Iluminación, Progreso y Desarrollo Espiritual de las Cualidades y Naturaleza de su propio Ser Superior, el cual es Uno con el Ser de todos los Seres Perfeccionados".


Dice el Amado Jesús:

Queridos amados hermanos y hermanas:

Estoy con ustedes siempre, especialmente cuando el rayo invalorable de su propia vida se vuelca voluntariamente hacia Mí, en súplica, en invocación, en gratitud amorosa, o en la contemplación de Mi Mundo, de Mis Trabajos, o de Mi Conciencia.
La humanidad aún no se ha dado cuenta completamente del tremendo poder que yace dentro de la atención de toda corriente de vida aún de la más indisciplinada, porque a través de la energía que fluye desde el individuo hacia cualquier persona, lugar, condición o cosa, se abre la puerta hacia dentro del mundo personal de ese individuo para el anclaje del bien o el mal de acuerdo al objeto de su contemplación.
En la celebración de la Época de Navidad, Mi Madre y Yo tenemos la oportunidad parti­cular de Bendecir la vida debido a que la aten­ción de tantos individuos es volcada hacia No­sotros. Cada canción, cada oración, cada ceremonia de iglesia, cada tarjeta y exhibición que recuerda a la conciencia externa del Cristo es una o más puertas abiertas a través de las cua­les podemos verter Nuestro Amor, Nuestro ímpetu acumulado de Luz, y Nuestra Concien­cia Maestra Ascendida hacia dentro del mun­do de la forma.
¡El tema de Mi mensaje de Navidad para ustedes que ya han salido de las masas y han significado a la Vida que desean convertirse en un Maestro de las circunstancias y en un Dios libre de la limitación; es la LEALTAD A DIOS ¡LA LEALTAD se construye sobre el AMOR! El AMOR se desarrolla a través de la contemplación de los regalos y bendiciones, y a través de la bondad de la vida que se deriva de un benefactor, humano o Divino. ¡Conocer a Dios es amarlo! ¡Amarlo es creer, con cada libra y átomo de su ser, que Él es TODO­PODEROSO! ¡Contemplen por un momento el significado de esa afirmación! ¿Cuán leales son sus sentimientos al PODER TOTAL DE DIOS para que ACTUE INSTANTANEAMEN­TE SIEMPRE cuando USTEDES le llaman a Él a la manifestación en su punto en el universo?
No es la conciencia tímida, incierta, ligera­mente esperanzadora que justifica las aparien­cias que dan señal de LEALTAD a la FE ILU­MINADA EN DIOS para manifestar la perfec­ción instantáneamente. Es más bien la con­ciencia que CREE que la Naturaleza de Dios es dar todo Bien y cosa Perfecta a Sus propias creaciones, los hijos de Su Corazón quienes fueron exteriorizados por El con AMOR, a fin de multiplicar Su propia Divinidad e incre­mentar los centros a través de los cuales se podría exteriorizar la perfección.
Por un momento, miremos Mis propias experiencias que han formado el patrón del pensamiento religioso del ciclo pasado de tiempo. Mi Ministerio entero, y Mi Victoria también, estuvo basada en la absoluta LEAL­TAD en sentimiento, pensamiento, palabra y acción a la convicción de que Dios, el Padre, no era sólo TODO-PODEROSO en Su propia Esfera de Actividad, sino también en la Mía, donde quiera que estuviera en cualquier mo­mento dado. No podía permitirme a Mi Mis­mo pensar siquiera por un momento en la po­sibilidad de un poder opuesto a Dios, o dentro de Mí o fuera de Mí. No Me atrevía a dejar la privacidad comparativa de Nuestra humilde ignorada hasta que YO MISMO ME HABIA ANCLADO en la realización activa de que Mi Padre, Quien Me había creado y enviado fuera al mundo para representarlo y para manifestar Su Voluntad, pudiera posiblemente recha­zar responder a Mi llamado, o tener de inme­diato, la asistencia Milagrosa, Victoriosa y Di­vina, cuando quiera que debiera invocarlo a Él para disolver las sombras, disipar el error, o hacer destellar el Fuego de la Perfección a tra­vés de las apariencias, produciendo el Diseño Divino.
¿Qué es la apariencia más temerosa? Sino una masa concentrada de energía calificada humanamente. Piensen en eso por un mo­mento. ¿Entonces, es la calificación humana más poderosa que la Calificación Divina? ¡No, Gracias a Dios! ¡Dentro de esa masa de ener­gía está la vida aprisionada, el propio cuerpo del Dios Padre Madre esperando las invitacio­nes a aparecer y desechar la calificación humana y, respondiendo a la Calificación Di­vina - SER PERFECTA!
¿Ustedes son leales al poder de la califi­cación humana o son leales al Poder de Dios a través de ustedes, o a través de cualquier hijo de Dios? Para compeler a la energía y a la sus­tancia a manifestarse de acuerdo a la dirección del momento.
Transité los caminos de la Tierra y com­partí los instrumentos de expresión en este mundo físico con los espíritus encarnados de Mí tiempo. Trabajé a través de un mundo de sentimiento, un mundo mental, un mundo etérico, y un cuerpo físico justamente como cada uno de ustedes hacen hoy. Estuve en po­sesión de los cinco sentidos a través de los cuales se podían haber registrado las tremen­das apariencias de mal que se habían estam­pado por sí mismas sobre la carne de Mi próji­mo, así como también sobre la sustancia con­torsionada de la envoltura etérica, y sobre el recipiente nublado de la mente. Vi la presión del deseo que impulsaba al débil a sucumbir ante la lujuria y la pasión, y supe que era im­perativo que me recordara constantemente el hecho de que la energía y sustancia respondí­an a la calificación, y cuando es aprisionada, aprisionada por la calificación humana, puede ser liberada instantáneamente mediante el Poder de Dios invocado para actuar de una manera acorde con Su Voluntad Divina.
Nunca están solos, amados seres. Donde quiera que sus pies les lleven sobre el sendero de la Tierra son los estudiantes serios de este gran esfuerzo. Donde quiera que su plan de vida les lleve allí fluye un rayo concentrado, consagrado de Mi Amor en, a través y alrede­dor de ustedes por tener el coraje de pararse delante de la Junta Kármica y delante del Maestro Saint Germain y ofrecerse como vo­luntario para entrar en la encarnación, obsta­culizados, por así decir, con limitaciones, y prometer hacer lo mejor de ustedes para asis­tirle a Él en Sus esfuerzos para elevar a la humanidad.
Si son leales a un amigo, creen en su bon­dad potencial, tratan, en toda forma, de estar cerca de él a pesar de la apariencia. ¡Oh, las benditas madres de la raza! Cómo han mani­festado esta lealtad por los hijos de su carne! ¿PERO dónde está la LEALTAD DIVINA al PODER TOTAL DE SU PADRE - DE SU MADRE COSMICA - para hacer resplandecer ins­tantáneamente a través de ustedes y alrededor de ustedes la Llama Cósmica de la Liberación de las sombras, dolor, limitación y aflicción?
Hijos de Dios, la medida de la lealtad de un hombre a Dios está determinada por lo que él permite que permanezca en su mundo, en su cuerpo, en sus asuntos, en su hogar, y en su aura. La sumisión a las circunstancias es des­lealtad al Padre. No quiero decir mostrar vio­lencia externa de celo emocional, quiero decir un mirar constante hacia la Naturaleza de ese Padre Celestial hasta que SE DEN CUENTA de Su Poder como supremo, aún sobre la apa­riencia de la muerte, hasta que ustedes lle­guen, a través de la contemplación, a amarle realmente lo suficiente como para confiar en El para responderles instantáneamente a sus más ligeros suspiros o a su comando más fuer­te para manifestar Su Gloria, Su Liberación, Su Curación, Su Suministro, Su Voluntad en su punto en el universo.
Les doy a ustedes, como Mi Bendición de Navidad, Mi lealtad al Hermoso Padre de la Luz y Su exquisito Complemento, Su Propia Madre Cósmica. Confío en que cuando se muevan hacia delante, hacia dentro del nuevo ciclo de 1954, puedan iniciar su día contem­plando el Amor y el Poder de su propio Dios, y caminar a través de cada período de veinticuatro horas sin dar poder, ni fidelidad, ni lealtad a ninguna apariencia que pudiera confrontar­les, ni a sentimiento, ni siquiera por un ins­tante, de miedo o incertidumbre, sólo sabien­do que donde están ¡ESTA DIOS! Y Su Poder actúa INSTANTANEAMENTE cuando se le llama a la acción.
¡Que tengan unas Navidades Santas y un Año Nuevo Victorioso y Divino!

Jesús de Nazaret.


Extraído del libro: "Navidad"
Por los Maestros Ascendidos.


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