Maestro Ascendido Hilarión
Director del Quinto Rayo Verde
Día Jueves
LA RESPIRACIÓN
Para curarse a sí mismos, lo fundamental es experimentar apartando la "personalidad" del camino y dejar que Dios haga la Curación.
Existe una tremenda Voluntad en el Universo que cuando se libera mediante la atención, proporciona un formidable ímpetu de perfección; en este caso, de salud perfecta. Llegar a estar en perfecta armonía con esa fuente de la Voluntad es fundamental para la curación.
"Tu voluntad sea hecha en y a través de mí, ahora".
Para que la atención se desvíe de la enfermedad o del dolor, comiencen colocando su cuerpo físico en un lugar seguro, confortable, en donde ustedes no estén expuestos a interrupciones. Mantengan su espina dorsal recta y las extremidades sin cruzar (esto puede hacerse de pie, sentado o acostado).
Comiencen a respirar profunda y rítmicamente, llenen de aire primero su abdomen y cuando éste no pueda expandirse más, dejen que el aire vaya subiendo desde su abdomen hacia el tórax y hasta los hombros. Coloquen una mano sobre su abdomen y la otra en el pecho para que sientan este movimiento vibratorio. Luego, con bondadoso control, dejen salir el aire lentamente, impulsándolo hacia fuera con los músculos abdominales (sientan la flexión de éstos).
Entonces inicien de nuevo el ciclo llenando el abdomen hasta donde puedan, permitiendo que el aire suba hasta el tórax y salga de nuevo lenta y completamente. Respiren por la nariz tanto como sea posible. Practiquen esta respiración rítmica hasta que sea muy fácil para ustedes sostener un ritmo sin necesidad de cobrar aliento ni de preocuparse por sensaciones extrañas, tales como mareos o corazón acelerado, que pueden ser comunes al principio. No son peligrosas. Ustedes simplemente están superando la respiración anormal (de muchos años y probablemente de muchas encarnaciones) y sus cuerpos necesitarán reajustarse.
Se trata de una re adaptación muy segura para el organismo y necesaria para los subsiguientes cambios. Lo mejor es un programa regular de ejercicios respiratorios (por ejemplo: cada mañana y cada noche) sin embargo, también pueden ser practicados en cualquier momento y lugar durante períodos cortos. Cada vez que terminen el ejercicio pidan a su Presencia Electrónica (que SON USTEDES) que sostenga este ritmo a través de sus cuerpos físicos todo el tiempo.
Extraído del libro: Manual del Curación
Por El Maestro Hilarión
Ediciones Merú.
QUE LA LUZ TE ENVUELVA
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