sábado, 13 de septiembre de 2014

La Resurrección Comprobable

LA RESURRECCIÓN COMPROBABLE
Por A.D.K. Luk

Una historia dice que antes del amanecer, el sepulcro fue envuelto en una deslumbrante luz, una legión de Seres con túnicas blancas descendían y luego se colocaban en uno y otro lado frente a la tumba.
Los soldados, asustados, cayeron al suelo y algunos huyeron. Esperaron que los Seres de Luz partieran y después reasumieron su guardia. Examinando la tumba, encontraron el sellos intacto.
Durante el tiempo desde la crucifixión hasta la Resurrección, Jesús se recordaba a Sí mismo el hecho de que el cumplimiento de Su Misión significaba mucho más que sólo la Resurrección de Su cuerpo. Fue para demostrar que la Vida y Dios eran más poderosos que el enemigo más grande del hombre, la muerte. El registro de esto en las páginas de la historia sería la esperanza que todavía no llegaba.

Es el uso de la Llama de la Resurrección en la primavera, lo que revive la naturaleza de la letárgica época invernal.
Cada primavera, esta Llama de la Resurrección, arde a través del Reino de la Naturaleza que responde a la Corriente Cósmica y que, obediente, expresa belleza, color y perfume trayendo felicidad a la vida. De esta manera se mantiene la continuidad de las especies.
La Llama es bienvenida por los azahares, los narcisos, las rosas, y todas las flores y árboles, y la humanidad todavía no lo hace. El bulbo reposa dormido en el suelo hasta que la influencia magnética del Espíritu, el Ser Divino a cargo de esa especie, saca a la luz la Llama de la Resurrección. Así, la actividad natural de la Resurrección es hecha manifiesta a través del verde retoño, de la flor y la fragancia. Emerge ante nosotros en cada árbol, arbusto, pimpollo, en la variedad de colores y perfumes, y a través del poder de Resurrección se nos dice que no existe la muerte sino la vida eterna, completa y hermosa.
Es así, entonces, que allí tenemos una evidencia concreta de la Resurrección para la vista física, para los sentidos del olfato y del tacto de cada uno de nosotros, y esto no es efímera fantasía. La Resurrección tiene lugar en la naturaleza años tras año, entonces, ¿por qué el hombre, la mayor creación sobre la Tierra, no piensa que la Resurrección es posible y la experimenta?

Extraído del libro: "Resurrección y Ascensión"
Por A.D.K. Luk 



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