sábado, 25 de octubre de 2014

La Magia de la Música

"Una gran sinfonía nos proporciona tanta información como un buen libro. Es tan importante que la persona evolucione y se ilumine a través de la música como que mejore por el pensamiento".
Flower A. Newhouse

El sonido, el color, el aroma y el número influyen sobre cada área de la vida. Nuestra manera de responder a estas grandes fuerzas Universales condicionará gran parte de nuestra salud y felicidad. Por consiguiente, es esencial aprender a usar el sonido, el color y el número con más sabiduría para que sus energías puedan fluir entre nosotros y nuestro entorno, llenándolos de alegría, vitalidad y claridad.
El Universo es una Armonía Tonal compuesta por un gran número de sonidos -muchas vidas- en movimiento que actúan y vibran juntos al resonar en la música que atraviesa el silencio hacia el infinito. Cada una de las vidas humanas contribuye a esta Armonía creativa o, por el contrario, produce discordia. Podemos generar música o ruido.
La música es el polo positivo del sonido; sus ritmos y melodías vitalizantes son el eco de Armonías Eternas que resuenan en los Cielos. Desde esta perspectiva, la música es un espejo de resonancias santas; abre transparencias en nosotros, ampliando nuestros horizontes y ayudándonos a sentir todo aquello que es bonito e inspirador. La gran música nos nutre. Nos fortalece constantemente porque nos armoniza con las poderosas olas de energía vital y con la fuente insondable de todo bien.
El ruido es lo opuesto a la música. Es "el sonido que se ha vuelto loco" porque su locura es su desconexión, su fracaso para encontrar cualquier tipo de unidad o armonía con el Universo en el que se mueve. La gran música resuelve el caos de manera dinámica aportando Paz, Belleza, Síntesis y Transformación. El ruido, por el contrario, enfatiza la separación, la fealdad y la distorsión.

La historia nos muestra lo sensibles y hábiles que fueron los antiguos al usar la música como arte curativo. Para ellos no era una simple forma de entretenimiento, sino una fuente de salud repleta de concordancias rítmicas y melódicas capaces de armonizar y re-equilibrar el organismo humano, alejando de él sus impurezas.
Del prolífico escritor especialista en tradiciones esotéricas Manly Hall, sabemos que en la antigua Gracia, una vez, un hombre furioso, espada en alto, estuvo a punto de matar a su enemigo. De repente, un sabio pitagórico, al ver la situación, pulsó una cuerda de su lira. Al instante, toda la ira y odio fueron expulsados del agresor, quien se tornó manso como un cordero.
Pitágoras de Samos, Sabio Maestro de la Grecia antigua, sabía trabajar con el sonido. En sus escuelas mitéricas de Delfos y Crotona enseñaba a sus discípulos cómo ciertas melodías y acordes musicales podían producir determinadas respuestas en el interior del organismo humano. Demostró que una sucesión correcta de sonidos, tocados con sensibilidad musical sobre un instrumento, podía cambiar modelos de conducta y acelerar el proceso curativo.

Musicoterapia-Hal A. Lingerman




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