miércoles, 29 de octubre de 2014

Retrato de la Conciencia Terrena Hoy-Emmet Fox

RETRATO DE LA CONCIENCIA TERRENA HOY
Por Emmet Fox

Emmet Fox
No te apropies de las cosas negativas, sustitúyelas por cosas positivas y constructivas. La Ley Mental es que puedes deshacerte de un pensamiento sustituyéndolo por otro. Si un carpintero pone un clavo en una viga, allí queda el clavo; pero si pone un segundo clavo encima del primero, "un clavo saca a otro clavo". Esto es exactamente lo que ocurre en la mente cuando sustituyes una imagen por otra, ya que por cada cosa en la vida tiene que haber un equivalente mental.
Si empiezas hoy mismo a dejar de pensar en tus errores y en los de los demás, y mantienes, en cambio, los conceptos reales; si dejas de pensar en escasez y, en su lugar, piensas en la Prosperidad y en la presencia de la Abundancia de Dios; entonces, si piensas con la debida claridad y le pones interés, estarás edificando un equivalente mental de Felicidad y Prosperidad.
Si tu pensamiento es vago, no puedes crear un equivalente mental. Si tu pensamiento carece de interés, no construyes un equivalente mental. Entonces, procura que tu pensamiento sea tan claro como te sea posible.
Tan pronto asumes la actitud de "Voy a lograr lo que quiero... lo voy a conseguir aunque me cueste la vida", toda construcción mental se estanca. A todos se nos ha dicho que nos relajemos. Hemos visto gente que basta con que se le diga que se relaje para que se ponga más tensa. Ellos querían relajarse aunque esto les costara la vida, si era necesario, y, por supuesto, perdieron de vista su verdadero propósito.
Piensa lo que deseas tan claro como te sea posible, sé definido pero no seas específico. Si vives en un departamento y dices: "Quiero una casa en el campo o en las afueras, la quiero con un balcón, con un patio grande lleno de árboles y flores", nada de malo hay en ello. Pero nunca digas: "Tengo que tener la casa que está en el N° 257 de la Avenida 93".
Imagínate que vas de compras. Por supuesto que deberás saber lo que deseas comprar, al menos tener una idea de lo que quieres. Si dices: "Quiero algo pero no sé qué es; le dejo a Dios que me inspire"... si expresas: "Quiero un negocio, puede ser una finca o una tienda; se lo dejo a la Mente de Divina", eres un tonto. ¿Para qué estás aquí? Debes tener algún deseo y anhelo, porque tú representas a Dios. Por consiguiente, debes decir: "Quiero una tienda y sé la clase de tienda que deseo".
Conozco una mujer que trajo a la manifestación una tienda de sombreros. No tenía capital pero quería un negocio. Quería una tienda de sombreros. Le encantaba hacer sombreros. Tenía un talento natural para ello. Podía hacer un sombrero para cada tipo de mujer, y ése era el arte que necesitaba para la tienda de sombreros. No era una gran mujer de negocios, por lo que construyó un equivalente mental de una tienda de sombreros. Ella dijo: "Tiene que ser en determinada parcela de cierta calle". No dijo: "Voy a tener esta tienda aunque me cueste la vida", ni "quiero una tienda y voy a tener la de Juanita". No, señor. Ella construyó un equivalente mental específico, y ésta es la forma correcta de hacerlo. Si dices: "Quiero un cuerpo saludable y fuerte", y haces el equivalente mental pensando constantemente en tu cuerpo como un cuerpo perfecto, eso está bien. No pienses en muchos detalles. No digas: "Primero voy a enderezarme los dientes pensando correctamente, y dejo la calvicie para después, o quizás sea mejor arreglarme el asunto de la calvicie primero, y los dientes que esperen". Lo equivocado aquí es la cuestión de los detalles. Lo malo de elaborar está en entrar en detalles insignificantes, diciendo: "Lo quiero cuando yo diga, a mi manera quiéralo Dios o no". En vez de entrar en muchos detalles, debes tener una idea definida.

Extraído del libro: "Metafísica Original"
Por Emmet Fox
Editorial Manifestación & Señora Porteña



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